Estefanía de Luxemburgo es la princesa más sosa de Europa (y sus últimos looks lo avalan)

Sin una foto al lado que acompañe al nombre, ¿sabrías quién es la princesa Estefanía de Luxemburgo? Si la respuesta es negativa, posiblemente sea por las razones que avalan nuestra teoría: la heredera consorte de una de las Casas Reales con más solera del mundo, no solo pasa continuamente desapercibida ante sus homólogas europeas, sino que su popularidad a escala local ha quedado completamente diluida entre la de sus dos cuñadas y su suegra. ¿Es la auténtica Cenicienta europea?

Casada desde hace casi 6 años con el gran duque heredero de Luxemburgo, el príncipe Guillermo, la aristócrata belga convertida en princesa parece no sentirse muy a gusto en su condición de personaje público.

Un estilo anodino

Siempre mantiene un perfil bajo, intentando parecer invisible con looks sin ninguna gracia ni estilo y aguantando la presión en torno a su maternidad con la mayor solemnidad posible. No tiene nada que ver con Mary de Dinamarca, Charlène de Mónaco o Mette Marit de Noruega a pesar de ostentar el mismo título que ellas. Ni hablamos de Letizia o Máxima.

Parece estar abonada a los tonos rosas, neutros, básicos en definitiva, que tampoco potencia con las siluetas de sus prendas: rectas, de corte clásico y que la hacen parecer tener mucha más edad de la que tiene. El pasado mes de febrero cumplió tan solo 34 años.

Sus elecciones de belleza posiblemente sean el otro gran error respecto a la estrategia de imagen por parte de sus asesores. Casi nunca arriesga y elige melenas con recogidos y semirrecogidos sencillos y maquillaje discreto que en lugar de potenciar sus looks la hacen pasar aún más desapercibida si cabe.

Renovarse o morir

Y eso que parece que desde hace algunos meses está intentando cambiar. "Soy una persona nueva", dijo en una entrevista a una revista francesa con motivo de su último cumpleaños. En esta línea, cabe destacar que la pasada semana, durante el Día Nacional de Luxemburgo (y cumpleaños de su suegro), la gran duquesa heredera se cambió hasta tres veces de vestuario mientras su suegra y sus cuñadas tan solo lo hicieron dos veces, adaptando sus looks añadiendo un tocado y cambiando el peinado.

Un despliegue sin precedentes que culminó desempolvando del joyero ducal (uno de lo más ricos del mundo) el conjunto favorito de la gran duquesa María Teresa: un juego compuesto por un impresionante collar de turquesas y diamantes, diadema y pendientes a juego con el que no consiguió eclipsar a su popular cuñada (y mayor rival en este aspecto en la corte), la princesa Claire.

Sus looks anteriores coinciden con esta misma estrategia, poco a poco han ido incorporando algún elemento más original pero sin llegar a romper su imagen de sosa que la persigue desde su noviazgo con el duque.

Abrigos que se abrochan igual por delante o por detrás, el vestido primaveral durante su ‘tête à tête’ con Máxima de Holanda y su extravagante tocado rojo a juego con la americana con el que fue fruto de cientos de memes en los que se la comparaba con Marge Simpson… Novedades que no han conseguido su objetivo y que la mantienen en una segunda fila de la que la va a resultar complicado salir.

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N.Tiburcio