La boda VIP que relaciona a Lady Di y al ducado de Alba está a punto de suceder

No son royals, pero como si lo fueran a efectos prácticos. O al menos eso reflejan su agenda y su árbol genealógico. En los próximos días, Reino Unido vivirá otro gran enlace, el que une a Edward Spencer-Churchill, hijo del XI duque de Marlborough, con Kimberly Hammerstroem, fotógrafa de moda nacida en Alemania. Las raíces de estas nupcias entroncan a la mismísima Lady Di con la duquesa de Alba.

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Edward, de 44 años, es pariente de la añorada Diana de Gales, que de soltera portaba el apellido Spencer, el cual dejó a un lado cuando conoció al príncipe Carlos. Asimismo, Arabella Churchill fue amante del rey Jacobo II de Inglaterra y madre de sus cuatro hijos. Uno de ellos sería Jacobo Fitz-James, familiar directo de Cayetana Fitz-James Stuart, la duquesa de Alba. Una relación de lo más rocambolesca pero plausible teniendo en cuenta que la afamada duquesa de alma andaluza poseía el récord global de títulos nobiliarios.

Como es de esperar, dicho enlace no escatimará en lujos. Se celebrará esta semana en el palacio de Blenheim, más amplio que el mismísimo Buckingham. Quizá el enlace ponga celosos a los mismísimos Harry y Meghan Markle, duques de Sussex, que verían peligrar su título de 'boda del año' entre los círculos más exclusivos de Londres.

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Se espera que a la boda de lord Edward acuda lo más granado del panorama celebrity y aristócrata británico: Cara Delevingne, Arpad Busson (ex de Uma Thurman) o la artista Dasha Zhukova desfilarán por el otro enlace del año. Los invitados de Kimi, la novia, no provienen de clanes ancestrales, pero sí serán relevantes gracias a su trabajo en empresas como 'Vogue' o Milk Studios. Aunque puede que una ausencia marque la jornada, la de James Spencer-Churchill, actual duque de Marlborough y hermano mayor del novio. Según la prensa, ambos han tenido sus rifirrafes a causa de una administración de la fortuna poco acertada, noticia que adelantaba el ‘Daily Mail’.

Este vetusto clan británico comenzó su imperio cuando la reina Ana de Inglaterra regaló el palacio de Blenheim al primer duque de Marlborough, como recompensa por su ayuda en la guerra de sucesión española.