Meghan Markle reinterpreta el mítico trench británico (pero lo prefiere de Canadá)

Nuevo acto para Meghan Markle. Desde que se casó, la duquesa de Sussex tiene una agenda imparable. La pasada semana la vimos atendiendo numerosos compromisos oficiales: el bautizo del príncipe Louis, la celebración del centenario de la RAF, realizando su primer viaje oficial, que tuvo como destino Irlanda, y en Wimbledon junto a su cuñada, Kate Middleton. Estos días se presentan más tranquilos para Meghan y son muchos los que aseguran que el de este martes es su último evento antes de irse de vacaciones.

El príncipe Harry y su esposa se han desplazado hasta el Southbank Centre de Londres para inaugurar la exposición del centenario del nacimiento de Nelson Mandela. Como ya es habitual, y tal y como sucede con la duquesa de Cambridge, su vestuario ha sido de nuevo objeto de análisis. Y es que Meghan Markle ha reinterpretado una de las prendas más míticas de la moda británica: el trench de Burberry.

La exactriz ha estrenado un vestido de estilo trench sin mangas, con doble botonadura negra y cinturón incorporado de la firma canadiense House of Nonie. Tiene un precio de 704 euros y está disponible en la web de la marca. En estos últimos días se ha hablado mucho de la decisión de Meghan de apenas lucir moda británica, al contrario de lo que hace su cuñada. De momento, la hemos visto apostar por firmas extranjeras como Dior, Givenchy, Brandon Maxwell o Ralph Lauren.

Lo que sí era 'made in UK' era el bolso de hombro que Meghan llevaba como clutch. Es de Mulberry y cuesta 882 euros. A sus pies llevaba unos salones también en tono crudo de Dior, en concreto el modelo Dioressence. Como de costumbre, ha elegido joyas minimalistas para completar su estilismo, en concreto unos pendientes de forma romboide.