Marta Gayá, la amiga fiel del rey Juan Carlos, vende su apartamento en Palma

Salvo cambios de última hora, Marta Gayá no se instalará este verano en su casa de Palma, tal y como hacía todos los años. La amiga del emérito tiene residencia suiza y un apartamento en Gstaad (Suiza) donde comparte ocio con su grupo internacional de amigos, los cuales se mantienen al margen de los líos que se viven en España tras la irrupción de la comisionista Corinna zu Sayn-Wittgenstein.

Mallorquina de nacimiento, Gayá ha pasado media vida en la isla y ahora parece que quiere dar un nuevo rumbo a su existencia patrimonial. Según ha podido confirmar Vanitatis a través de fuentes cercanas, ha puesto a la venta su espléndido piso de 300 metros cuadrados adquirido en 1998 en el paseo marítimo de Palma. La zona es, de hecho, una de las más demandadas de la ciudad, ya que se sitúa a medio camino entre El Terreno y La Bonanova.

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Se trata de una propiedad de una sola planta ubicada en el semiático del edificio en el que se encuentra. Un piso de 300 metros cuadrados repartidos en 192 de vivienda y nada más y nada menos que 111,95 metros cuadrados de impresionante terraza con unas increíbles y privilegiadas vistas al mar, según reza la nota simple del inmueble a la que ha tenido acceso Vanitatis.

Quizá este sea el mayor atractivo de la casa, que posee unas vistas privilegiadas del puerto y la bahía. Otro incentivo a la hora de ofertar la venta son las dos plazas de garaje conectadas por ascensor con el apartamento.

Los precios de viviendas de parecidas características en esta zona no suelen bajar de los 600.000 euros según el portal Idealista. En el caso de la casa de Marta Gayá, al precio final se sumarían los de las plazas de garaje en el caso de que también quisiera venderlas.

La inexistente corte mallorquina

La que está considerada la amiga fiel de don Juan Carlos prefiere poner tierra por medio en unos momentos complicados para el ex jefe del Estado. Gayá siempre se ha caracterizado por ser una mujer discreta, tanto en su vida privada como en lo que respecta a sus amistades. Formó parte de la llamada 'corte mallorquina', de la que ya no queda ninguno de los nombre más conocidos que rodeaban al monarca al margen de Josep Cusí.