El sujetador de Meghan Markle se convierte en la estrella de su cumple
Meghan Markle había elegido el look perfecto con el que no desatar la polémica, pero un botón le jugó una mala pasada y volvió a convertir a la duquesa en el centro de todas las miradas.
Meghan Markle celebró su trigésimo séptimo cumpleaños en la boda del mejor amigo de Harry, Charlie van Straubenzee, que contrajo matrimonio con Daisy Jenks. Para esta doble celebración, eligió el vestido ‘Shoanah Dress’ de Club Monaco -valorado en 390 euros-, que combinó con tocado de Philip Treacy, clutch de Kayu -194,51 euros-, pendientes de Vanessa Tugendhaft -1.180 euros-, brazalete de Shaun Leane -1.137 euros-, cinturón de Miu Miu -190 euros-, gafas de sol de Linda Farrow -729 euros- y tacones ‘Deneuve’ de Aquazzura - 685,58 euros-. Su discreto y acertado look estaba destinado a recibir alabanzas y aplausos, pero un problemilla de última hora se encargó de que su elección estilística fuera la protagonista de las redes.
En un momento de la celebración, uno de los botones del escote del vestido de Meghan Markle se desabrochó y dejó a la vista su sujetador negro de encaje. Aunque este desliz es un clásico, muchos han asegurado que la duquesa lo ha hecho a propósito con el fin de atraer todas las miradas. Meghan reaccionó con rapidez y se tapó el escote mientras se reía, pero algunos siguen creyendo que este gesto denota un deseo de protagonismo supino. Mientras que algunos señalan que en realidad Meghan solo dejó ver una camisola, otros se empeñan en asegurar que este desliz no es digno de la casa real y un tercer grupo cree que este tipo de ‘errores’ son los que la hacen una mujer cercana y digna de admiración.
¿El problema real -no es un juego de palabras- de esta polémica? El que muchos critiquen, sencillamente, que Meghan utilice lencería de encaje, como si los miembros de la casa real tuvieran que abogar por esconder su sensualidad en cada una de sus apariciones públicas. ¿Queremos personas cercanas o queremos maniquíes inertes?
Do you guys even know what a Bra looks like? Because clearly you all don't. Sounds like someone's never seen one in real life... pic.twitter.com/uGXZWUuBEL
— Harry and Meg (@harry_and_meg) 4 de agosto de 2018
Meghan Markle celebró su trigésimo séptimo cumpleaños en la boda del mejor amigo de Harry, Charlie van Straubenzee, que contrajo matrimonio con Daisy Jenks. Para esta doble celebración, eligió el vestido ‘Shoanah Dress’ de Club Monaco -valorado en 390 euros-, que combinó con tocado de Philip Treacy, clutch de Kayu -194,51 euros-, pendientes de Vanessa Tugendhaft -1.180 euros-, brazalete de Shaun Leane -1.137 euros-, cinturón de Miu Miu -190 euros-, gafas de sol de Linda Farrow -729 euros- y tacones ‘Deneuve’ de Aquazzura - 685,58 euros-. Su discreto y acertado look estaba destinado a recibir alabanzas y aplausos, pero un problemilla de última hora se encargó de que su elección estilística fuera la protagonista de las redes.
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