Beatriz de York y el príncipe Andrés se unen a la reina en sus vacaciones en Balmoral

El pasado lunes, la reina Isabel II llegaba a su domicilio predilecto, donde según sus allegados la monarca se siente más cómoda y relajada. Este lugar es el castillo de Balmoral en Escocia, donde desconecta cada año, desde mediados de julio hasta la primera semana de octubre. Es decir, son sus vacaciones de verano, cuando se olvida de su ajetreada agenda oficial y se dedica a pasear, hacer barbacoas o, simplemente, descansar en una morada de 20.000 hectáreas.

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Y a esta residencia real se ha desplazado Beatriz de York, nieta de la reina, junto al príncipe Andrés, hijo de la misma. Estos han decidido pasar unos días junto a la representante monárquica para asistir al servicio dominical en la iglesia Crathie Church, cerca de Balmoral. Abuela y nieta fueron vistas en un coche oficial mientras acudían a esta cita anual, que difícilmente se pierde Isabel II. Una vez allí, es común ver a la guardia real desfilar antes de la llegada de la reina, la cual es recibida por el oficial al mando, en este caso Johnny Thompson.

Beatriz, que acaba de cumplir 30 años, decidía pasar unos días con su abuela, después de haber sido vista en las aguas de Saint Tropez junto a su madre, Sarah Ferguson. Asimismo, Isabel venía de pasar unos días en Craigowan Lodge, una casa de campo en la finca Aberdeenshire (mucho más pequeña que Balmoral). Durante el receso estival se espera que mas integrantes de los Windsor pasen unos días en Balmoral, mientras que todos los ojos se posan en el príncipe Harry y Meghan Markle, que podrían acudir en su primer verano como marido y mujer.

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Dicha finca se divide en dos bloques principales: la parte sur-occidental aloja a los miembros de la realeza, mientras que en el noroeste está la residencia del servicio. Ambos emplazamientos se encuentran separados por un patio que asegura la privacidad de la reina y sus allegados. Esta mansión de Isabel II fue adquirida por su familia en el siglo XIX, mientras que puede ser visitada por el público durante todo el año, excepto en los meses de julio a octubre, que es cuando se alojan los royals.

Un refugio que ha sido recreado anteriormente en series como 'The Queen' o 'The Crown'. Para que nos hagamos una idea de su interior, este castillo escocés ha sido catalogado por la monarca como "el lugar más bonito del mundo", el cual hace las veces de espacio blindado para su descanso.