Una Letizia gris y sobria repite Carolina Herrera para el homenaje de Barcelona

La reina Letizia ha hecho hoy, 17 de agosto, un alto en el camino de sus vacaciones privadas, para acompañar a su marido en los actos de homenaje por las víctimas de los atentados que sacudieron Barcelona y Cambrils hace ahora un año. Un evento solemne, celebrado en la Plaza de Cataluña, al que los reyes llegaban pasadas las 10:30 horas, entre muestras de respeto y cariño por parte del público allí presente.

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La mañana se postulaba delicada. No tanto por el carácter del acto (que también), sino más bien por las posibles movilizaciones en contra de su presencia en Barcelona, en un día tan importante para la sociedad catalana

Aunque los abucheos y las pancartas polémicas fueron finalmente una minoría, Letizia no quiso arriesgar con su estilismo y apostó por prendas repetidas, con las que había acertado en el pasado y, cómo no, de firmas de su confianza. No era día para correr riesgos y la sencillez triunfó. Menos es más.

Para el homenaje, la reina lució una de sus prendas favoritas de Carolina Herrera: una camisa de seda con estampado pata de gallo de 250 euros, que estrenó durante su visita oficial a Puerto Rico y que se ha puesto en alguna otra ocasión.

En aquel momento (y en alguno más), la combinó con un sastre de Hugo Boss de color gris claro. No fue así en Barcelona. La reina se decantó por otra combinación, quizá más acertada: un pantalón de traje negro y corte recto y bolso a juego de asa corta.

En cuanto a los zapatos, aunque prácticamente no se ven, ocultos por el largo del pantalón, un pequeño incidente al bajar del coche oficial ha dejado a la vista lo que parecen los modernísimos mules negros de ante, firmados por Steve Madden cuya peculiaridad es que iban combinados con una tira de tejido transparente.

Estos tampoco eran de estreno. La reina los lució por primera vez durante su gira por Estados Unidos junto al rey Felipe. No solo los llevó durante su visita al Museo de Arte de Nueva Orleans, sino que apenas dos días más tarde, volvió a ponérselos durante un acto en San Antonio Texas.

Valorados en 89 euros se han convertido en otro de sus complementos favoritos.