La salud de Felipe VI: los secretos de su operación y su nuevo médico en Zarzuela

El Hospital Ruber Internacional, en la madrileña colonia de Mirasierra, es el centro médico favorito de los reyes Felipe VI y Letizia. Se trata de un hospital pequeño, de 126 habitaciones de las que 18 son suites de lujo. Allí, bajo la dirección médica del prestigioso ginecólogo Luis Ignacio Recasens nacieron sus dos hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía. Antes de comenzar sus vacaciones estivales se sabe que Felipe VI pasó por el quirófano del citado hospital, para someterse a una intervención menor que paliara sus molestos dolores de espalda. Presumiblemente, el encargado de dicha operación fue el Dr. Fernando Álvarez-Sala Walther, jefe del servicio de patología vertebral del Ruber Internacional y una eminencia en la materia. Tal es así que, apenas dos semanas más tarde, el rey ya recuperado salía a entrenar a bordo del ‘Aifos 500’ para la Copa del Rey de Vela.

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Proveniente de una familia de médicos, el doctor es uno de los mejores especialistas del país en el área de la columna vertebral. Tanto que, en su consulta, recibe a pacientes de toda España. Cuando no trabaja, le gusta practicar golf y disfrutar de los paisajes asturianos de Somiedo.

Pero esa no ha sido la única noticia vinculada a la salud de la Casa del Rey este verano, sin mencionar la lesión de muñeca que impidió al rey Juan Carlos participar en la Copa del Rey de Vela. Según el BOE, el 18 de junio el Dr. Miguel Fernández Tapia-Ruano, jefe del servicio médico de Zarzuela, fue ascendido a General Brigada del Cuerpo Militar de Sanidad. Dejando por ello el servicio médico de la Casa del Rey e incorporándose a la coordinación médica de las misiones militares de nuestro país en el exterior.

Amigo íntimo de la reina Sofía

Con una trayectoria de más de 30 años trabajando con la Casa Real, llevaba 12 años como máximo responsable de la salud de los monarcas. Además, era el médico personal de la reina doña Sofía, con quien le une además un cariño especial, fruto de los largos viajes públicos y privados en los que acompañaba a los reyes eméritos antes de la abdicación. Además de Licenciado en Medicina y especialista en Medicina Preventiva, Fernández Tapia-Ruano estudió Derecho y Teología.

Así pues, hay relevo en Zarzuela. El servicio médico de la Casa del Rey depende del Ministerio de Defensa. Según el artículo 65 de la Constitución, “el Rey nombra y releva libremente a los miembros civiles y militares de su Casa”. De lo que se deduce que ha sido el propio monarca quien ha designado al sustituto de Miguel Fernández Tapia-Ruano. Según ha podido saber 'Vanitatis' en exclusiva, el nuevo jefe del servicio médico de la Casa del Rey es Juan Manuel Martínez Pérez.

"Se trata de un ascenso"

Se trata de un facultativo que, según fuentes de la Casa Real, “lleva mucho tiempo en el servicio médico de Zarzuela, por lo que se trata más bien de un ascenso que de un nuevo nombramiento”. Una de las novedades que introdujo el rey Felipe VI tras su coronación es que se valora cada uno de sus viajes privados, para decidir si le acompaña un miembro del equipo médico de Zarzuela. Y no siempre es así por defecto, como ocurría en el caso de don Juan Carlos.

Una decisión en la que, seguramente, ha influido la edad de Felipe VI y su, hasta el momento, perfecto estado de salud. Lejos quedan los últimos años de reinado de don Juan Carlos, en los que tuvo que someterse a sucesivas intervenciones quirúrgicas. El rey emérito tenía fe ciega en el traumatólogo Ángel Villamor, quien le implantó una prótesis de rodilla en 2011 y le curó el mismo año una rotura en el tendón de Aquiles de su pie izquierdo.

Un año más tarde, tras la rotura de cadera en Botsuana, el facultativo implantó una prótesis de cadera al monarca que se infectó, provocándole unos dolores insoportables, y la relación entre ambos se rompió. Gracias al doctor gallego Miguel Cabanela, una eminencia en la traumatólogia de cadera vinculado a la Clínica Mayo, don Juan Carlos se recuperó de su dolencia y pudo vencer la infección.

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La relación entre Cabanela y don Juan Carlos es muy estrecha, tanto que el rey emérito haciendo gala de su peculiar sentido del humor le contó una broma que había gastado a los médicos de Zarzuela. Se manchó la cara con Betadine, cubrió su nariz de esparadrapo, se vendó la muñeca y les dijo que se había caído. La consternación fue máxima hasta que el rey soltó una carcajada.

La última vez que pasó por el quirófano fue en abril de este año, cuando don Juan Carlos fue intervenidode la rodilla derecha por el Dr. Primitivo Gómez Cardero en el Hospital de la Moraleja.