El 'discutido' título de Leonor como Princesa de Asturias

Aquella mañana del 21 de noviembre de 1977, en pleno proceso de transición hacia la monarquía constitucional, un jovencito y jovial Felipe de Borbón y Grecia saludaba con respetuoso entusiasmo a las miles de personas que se habían congregado en torno a la Santina, en Covadonga, para ser testigos de su proclamación como Príncipe de Asturias —heredero de la Corona de España—, título que había recibido oficialmente el 21 de enero anterior, por acuerdo del Consejo de Ministros, con motivo de su noveno cumpleaños.

El pequeño Príncipe, de pie en el vehículo oficial y con el busto por encima del techo solar, derrochó simpatía junto a sus hermanas, las infantas Elena y Cristina, correspondiendo así —los tres— a las muestras de cariño que recibieron en esa jornada tan emotiva para la monarquía española, a escasas semanas de cumplir sus dos primeros años desde la reinstauración.

Casi 41 años después y justamente el próximo sábado, día 8, en el que se celebra la festividad de la Santina y el Día de Asturias, Covadonga suma a sus tres grandes conmemoraciones de este año la proclamación de Leonor de Borbón como Princesa de Asturias y, por lo tanto, como heredera del trono de España.

Un acto que se enmarca nada menos que en la celebración del 1.300 aniversario de la proclamación de Pelayo como primer rey de Asturias y en el centenario de la Coronación de la Virgen de Covadonga, así como también los cien años de la declaración de la Montaña de Covadonga como Parque Nacional, origen del Parque Nacional de Picos de Europa (1995).

Una fecha solemne, desde el punto de vista histórico, en el que la pequeña Leonor, a punto de cumplir los 13 años (31 de octubre), recibirá la medalla con la Cruz de la Victoria, imagen del escudo del Principado de Asturias. La misma que llevó a afirmar al rey Juan Carlos el 21 de noviembre de 1977, dirigiéndose a su hijo Felipe: “Esa Cruz significa también tu cruz. Tu cruz de Rey”. La medalla de oro costó 300.000 pesetas, algo más de 1.800 €.

La mayoría coincide en que Leonor de Borbón es la número 36 de todos ellos, pero ni la opinión es unánime ni la composición de la lista es idéntica

Los historiadores han mantenido diferencias a la hora de elaborar la lista de los Príncipes de Asturias que han ostentado este título desde 1388, año en el que Juan I de Castilla lo instituye en favor de su hijo Enrique, más tarde Enrique III. Aunque la mayoría coincide en que Leonor de Borbón es la número 36 de todos ellos, ni la opinión es unánime ni la composición de la lista es idéntica.

Como es sabido, al igual que en Castilla, la Corona de Aragón y el Reino de Navarra también instituyeron títulos similares, a finales del siglo XIV y principios del siglo XV, para designar a sus herederos y reclamar el juramento de lealtad a sus nobles. Así, tras la unificación de los reinos por parte de los Reyes Católicos, los herederos añaden al título de príncipe de Asturias los de príncipe de Gerona, príncipe de Viana, duque de Montblanc, conde de Cervera y señor de Balaguer.

La Real Academia Matritense de Heráldica y Genealogía aprobó en 2004 un estudio, elaborado por el académico José Luis Sampedro Escolar, con el objeto de determinar el ordinal que correspondía como Príncipe de Asturias al ya heredero del rey Juan Carlos, entonces príncipe Felipe. Y concluye que fue el príncipe de Asturias número 35 de cuantos han ostentado este título desde 1388.

Por lo tanto, según este criterio, Leonor de Borbón es la número 36 de los príncipes de Asturias. Y de ellos, la décima mujer y la única Leonor.

El académico lo argumenta al señalar que, además de omitir a los príncipes de la dinastía carlista, por no considerarla legítima titular de la realeza española, también ha excluido de esta lista a aquellos (en su mayoría mujeres) que, habiendo sido herederos, no fueron proclamados oficialmente como tales.

La dicha y desdicha de Leonor

Y uno de los puntos de discusión se centra en la primera Leonor… La infanta Leonor de Castilla (1423-1425), cuya inclusión en esta lista desplazaría a Leonor de Borbón al número 37 (la décima primera mujer) y al segundo puesto de las Leonores princesas de Asturias.

Leonor de Castilla es la segunda hija de Juan II y de María de Aragón, con la que tuvo tres hijos: Catalina (1422-1424), Leonor (1423-1425) y Enrique (luego, Enrique IV de Castilla, 1425-1474). Tras la muerte de María de Aragón, Juan II contrajo matrimonio con Isabel de Portugal, madre de Isabel la Católica y del infante Alfonso de Castilla.

Al igual que ordenó a las Cortes de Toledo el juramento de lealtad a su hija Catalina en 1422, al morir esta (con casi dos años), Juan II también dispuso que las Cortes (reunidas en Burgos) juraran a favor de su segunda hija, Leonor. Aunque en ese momento acudieron solo algunos de los notables del reino, por lo que convocó de nuevo a las Cortes —esta vez en Valladolid— para recabar la lealtad del mayor número posible de procuradores.

Las Cortes juran a favor de Enrique

Sin embargo, cuando se reúnen las Cortes, la reina María de Aragón esperaba un tercer hijo. Con el fin de conocer si el nuevo vástago era o no varón, aplazaron la ratificación de la jura en favor de Leonor… Y como fue varón, las Cortes se reunieron en el convento de San Pablo, en abril de 1425, para jurar lealtad como Príncipe de Asturias a Enrique, el recién nacido.

La infanta Leonor falleció también de manera prematura. Antes de cumplir los dos años. Y fue enterrada en el Monasterio de la Santa Espina de Valladolid, en cuya iglesia se conserva su sepultura.

Según algunos autores, Leonor de Castilla debería figurar en el quinto lugar de la lista de príncipes de Asturias (la tercera mujer)

La discusión se centra en la validez o no de la primera jura de las Cortes, en Burgos. Sampedro asegura que no fue válida: “…y verdaderamente debió parecer insuficiente al Rey, puesto que volvió a convocar Cortes en Valladolid”.

Por el contrario, otros autores aseguran que las Cortes de Burgos juraron lealtad a la infanta Leonor y el acto fue válido, independientemente de que el Rey quisiera recabar un apoyo más amplio posteriormente.

En consecuencia, la infanta Leonor habría adquirido oficialmente el título de princesa de Asturias, aunque por breve espacio de tiempo, ya que tras el nacimiento de su hermano Enrique, este fue quien adquirió los derechos dinásticos y la condición de príncipe de Asturias.

Pero, según esta tesis, Leonor de Castilla debería figurar en el quinto lugar de la lista de príncipes de Asturias (la tercera mujer).

Curiosamente, casi 600 años después, el Reino de España mantiene el mismo criterio legal para la designación del heredero de la Corona. Por eso fue designado heredero el príncipe Felipe y no la primogénita, la infanta Elena. Y por eso se generaría un problema legal no menor en el caso —poco probable, al parecer— de que la princesa Leonor y la infanta Sofía tuvieran un hermanito.

Fermín J. Urbiola

Periodista y escritor

www.ferminjurbiola.com