La soldado Leonor de Borbón, la gran incógnita de la heredera
La formación castrense de la princesa, de momento, no está entre los planes de la Corona. Su padre se vistió de militar con 9 años y a los 16 ingresó en la academia. ¿Lo hará ella?
La princesa Leonor, en el pasado desfile del 12 de octubre. (Getty)
El momento más emotivo de la proclamación de don Felipe como Rey de España tuvo lugar aquella mañana del 19 de junio de 2014, en la Sala de Audiencias del Palacio Real. Su padre le cogió de la cintura para ceñirle el fajín rojo de capitán general. Don Juan Carlos y su hijo se dieron un abrazo intenso tras hacerse efectiva la abdicación del emérito. De todas las tareas adheridas al jefe del Estado, ese fajín simboliza una de las más relevantes, la que le convierte en el jefe supremo de las Fuerzas Armadas. Algún día, si la monarquía constitucional sigue en pie, ese mismo abrazo, esa misma prenda, pasará inevitablemente a la cintura de la princesa Leonor.
Para su proclamación, Felipe de Borbón escogió el uniforme de gala del Ejército de Tierra. La primera vez que don Felipe se vistió de militar fue en mayo de 1977, tenía nueve años. La crónica de 'El País' de aquel día comienza: "Al Príncipe de Asturias y heredero de la Corona española, don Felipe de Borbón, le cortaron ayer el pelo al estilo militar y se puso el uniforme reglamentario para filiarse como soldado de honor en el regimiento Inmemorial del Rey". El acto se celebró en el cuartel Infante don Juan y fue un día grande para la familia. Acudieron los Reyes, las Infantas, la condesa de Barcelona y otros familiares.
También los presidentes del Gobierno y las Cortes, parte de los ministros y los más altos mandos del Ejército, como corresponde a una cita histórica para las Fuerzas Armadas. De hecho, hasta Leonor, era habitual que los herederos a la Corona se alistaran al Ejército siendo niños. Alfonso XII, por ejemplo, lo hizo a la tierna edad de cinco años.
La Princesa y el Rey, el pasado mes de noviembre. (Getty)
Los tiempos han cambiado y la Princesa de Asturias cumplirá el próximo octubre 13 años. De momento, su relación con el Ejército se ha limitado al desfile militar del Día de la Hispanidad y poco más. En Casa del Rey no hay constancia de que haya cambios en este sentido y de que se vaya a cumplir la tradición de alistarse de forma honorífica.
Lo cierto es que, a día de hoy, la formación castrense de la heredera es una incógnita. Si sigue los mismos pasos de su padre, a los 16 años tendría que ingresar en alguna de las academias militares de los tres Ejércitos. "Debe recibir formación en los tres Ejércitos, pero cómo y cuándo lo haga es decisión de la Casa del Rey, nosotros de momento no tenemos noticias al respecto", responden desde el Estado Mayor del Ejército.
Según sus instructores, el entonces príncipe Felipe se convirtió en un destacado piloto de combate
El entonces Príncipe de Asturias empezó su formación militar siendo un adolescente en la Academia de Zaragoza. Un año más tarde continuó en la Escuela Naval de Marín, donde concluyó su formación marinera a bordo del Juan Sebastián Elcano. En su último año militar, en la Academia del Aire, el príncipe Felipe se convirtió en un destacado piloto de combate de la Fuerza Aérea, según sus instructores. Después recuperó su vida civil y se incorporó a la Universidad Autónoma.
Los Reyes y sus hijas, Leonor y Sofía, en el desfile del 12 de octubre de 2016. (Getty)
El caso de la princesa Elisabeth de Bélgica es el más cercano a Leonor que existe actualmente en Europa. La joven, de 16 años, se ha marchado este año a estudiar fuera de casa, al internado United World C Atlantic de Gales. De momento, tampoco ha iniciado su formación castrense, pero sí está dando los primeros pasos para recibir una instrucción acorde a su futuro institucional.
Siempre que tiene oportunidad, el rey Felipe habla con cariño de su pasado militar y mantiene buenos amigos de aquella época. Se trata de una experiencia intensa para una niña que hasta la fecha ha vivido en un entorno conocido, pero el artículo 62 de la Constitución Española no deja demasiado margen. Según el texto, corresponde al Rey (a la Reina, en el caso de Leonor) "el mando supremo de las Fuerzas Armadas". Pero todo a su tiempo.
