Victoria Federica, dos ejemplos en una semana: va a ser una reina de la elegancia

¡Ha nacido una estrella! Es lo que podemos inferir después de todos los parabienes que ha recibido Victoria Federica por su vestido de corte wrap que lució el pasado viernes en la puesta de largo de Tana Rivera, quien, por cierto, también estaba elegantísima, al igual que su madre, Eugenia Martínez de Irujo.

Sin embargo, así cuando en una obra de teatro un actor secundario brilla por encima de los demás se dice que 'ha robado la función', la hija de la infanta Elena y Jaime de Marichalar, ha acaparado numerosísimos titulares. Y motivo había para ello, pues estaba perfecto con este traje bicolor de corte asimétrico, que combinó con unos botines con plataforma, un discretísimo colgante, unos originales pendientes en forma de hoja de arce (ya se los habíamos visto la semana pasada en un desfile en el Hipódromo de la Zarzuela) y un must en su día a día, una pulsera con la bandera de España, hábito que ha adquirido de su madre, quien suele llevar este tipo de complementos de marcado carácter patriótico. Con ella comparte también una estupenda melena a la que ambas saben sacar mucho partido, su madre, en concreto, en recogidos y trenzas.

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Como decimos, Victoria Federica causó sensación en la puesta de largo (nos frotamos las manos a la espera de que llegue la suya), pero ya en su salida hacia Sevilla, fue fotografiada en la estación del AVE, con un look muy casual, que evidenciaba precisamente que su elegancia no es casual. Si difícil es vestirse para un acontecimiento de gala como el referido, en el que se pedía como dress code vestido largo, también lo es para el día a día. Ahí es donde muchas celebrities tienen su punto débil, pues no cuentan, tal vez, con un estilista, como en las alfombras rojas o en las producciones de moda.

Victoria Federica va perfecta con unos jeans y una camiseta de Loewe, con la melena suelta y 'a cara descubierta'. Nada producida. Comprobamos que, a sus 18 años, tiene, además de una estructura ósea estupenda para defender cualquier tipo de prenda, un excelente gusto para elegir sus prendas. Sin duda, cuenta con dos personas de contrastada elegancia de las que ha aprendido desde la cuna.

Nos referimos, claro está, a sus progenitores. La infanta Elena sigue siendo, a día de hoy, una de las mujeres más elegantes de nuestro país, con un estilo no solo personal sino atemporal que la ha permitido despuntar en cada una de sus apariciones públicas entre otras personalidades más esclavas de las tendencias y de las modas. Looks de famosas, aristócratas e incluso royals a los que el tiempo ha tratado mal, pero no así en el caso de la hija mayor de los Reyes eméritos, quien también tiene la capacidad de ir siempre perfecta en sus días de trabajo como en sus comparecencias ejerciendo de Infanta (muy escasas, habida cuenta que su hermano, el rey Felipe VI, decidió al llegar al trono que solo estaría integrada por sus padres, su mujer, sus hijas y él mismo).

Jaime de Marichalar, cuyas elecciones a la hora de vestir fueron en el pasado cuestionadas de manera severa o incluso sardónica (por suerte, los tiempos han cambiado mucho), es una persona, sin embargo, con un estilo que en otros países sería más que bien recibido, como señalaba ayer en un artículo nuestra compañera Paloma Barrientos, quien subrayaba que Froilán había sido el caballero más elegante de la puesta de largo, precisamente gracias a los consejos de su padre.

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El que fuera duque de Lugo es un habitual de los front rows de las fashion weeks internacionales y siempre ha sabido manejarse a la perfección entre la osadía y el clasicismo, algo que ciertos sectores recalcitrantes no han sabido apreciar en su justa medida.

Solo nos queda concluir que a sus 18, Victoria Federica está llamada a recibir muchos más elogios por sus outfits. Es cuestión de tiempo...