Don Juan Carlos se refugia en la vela ante el 'abandono' familiar e institucional
Aunque 2018 debería haber sido un año cargado de actos para el Rey emérito, su presencia ha quedado un tanto diluida. El mar ha sido su refugio y volverá a serlo este fin de semana en Sanxenxo
Para don Juan Carlos este año era 'su' año. Cumplió ocho décadas el pasado 5 de enero en plenas facultades después de las varias intervenciones a las que se sometió. Según anunció en aquel momento la Casa Real, se habían previsto una serie de actos para homenajear su figura. Toda esa agenda desapareció con la aparición del huracán Corinna y sus efectos colaterales. Y su participación en los actos por el 40 aniversario de la Constitución también está en el aire.
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Al ex jefe del Estado se le suprimió parte de la agenda y fue entonces cuando se refugió en el mundo de la vela. Navegar se ha convertido en el deporte que le está dando las mejores alegrías, como también lo fue para su padre, el conde de Barcelona. Y no solo en el aspecto estrictamente competitivo sino en el emocional, donde el grupo gallego de amigos se ha convertido en su principal apoyo, junto con su hija la infanta Elena.
Padre e hija van a competir este fin de semana en Sanxenxo en la Copa del Rey Juan Carlos I. Tomarán parte en la categoría 6m. Se espera la llegada de la pareja real el jueves a última hora o el mismo viernes para comenzar los entrenamientos. Cada uno navega en su barco. El emérito lo hará en el Bribón, donde se encarga de la caña. Su papel es quizá el más importante de la tripulación, como explicaba Pedro Campos a Vanitatis: "Él es el jefe del barco, el que da las ordenes". La duquesa de Lugo, por su parte, se embarcará en el Titia, propiedad de Alicia Freire, patroneado por Mauricio Sánchez Bellas. Ya lo hizo este verano en Palma participando en la Copa del Rey.
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Don Juan Carlos se instalará en casa de Pedro Campos, como hace desde hace unos años y donde se encuentra muy a gusto en un ambiente familiar y distendido. Tiene su habitación en el primer piso del chalet y, como explicaba Campos, "no quiso que cambiáramos nada. Cuando vino la primera vez después de la operación de rodilla pensamos en disponer su cuarto en la planta baja. Nos dijo que de ninguna manera".
El Rey emérito se encuentra en plena forma. La tripulación del Bribón se convirtió hace unas semanas en campeona de Europa en la regata celebrada en Francia. Según explicaba Pedro Campos, "fueron etapas muy duras. Hubo días en que estuvimos nueve horas en el mar y don Juan Carlos acababa la regata feliz".
En Sanxenxo las jornadas también son largas. Los navegantes salen a las once de la mañana y regresan cerca de las cinco de la tarde. Según el parte meteorológico, se espera que el tiempo acompañe a esta regata que homenajea al Rey emérito.
Para don Juan Carlos este año era 'su' año. Cumplió ocho décadas el pasado 5 de enero en plenas facultades después de las varias intervenciones a las que se sometió. Según anunció en aquel momento la Casa Real, se habían previsto una serie de actos para homenajear su figura. Toda esa agenda desapareció con la aparición del huracán Corinna y sus efectos colaterales. Y su participación en los actos por el 40 aniversario de la Constitución también está en el aire.
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