El gran secreto de Isabel II: tiene un guante de peluche para saludar

Las manos de un monarca son algo sagrado. Cuentan que muchos de ellos necesitan largos periodos de descanso tras esos eternos besamanos en los que saludan a cientos de personas. También cuando, apostados desde un coche, agitan la mano para compartir el fervor de su pueblo. Parece que la reina Isabel II tiene un remedio perfecto para esos momentos en los que se cansa su extremidad: una 'máquina saludadora'. El secreto ha sido revelado por la princesa Ana en el libro 'Queen of the World', asegurando que la soberana británica lleva un guante de peluche en una palanca de madera que hace las veces de mano. También que la utiliza en muchas de las ocasiones en las que la vemos tras el cristal de su real coche.

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El artilugio fue el regalo de unos estudiantes australianos. "Podías ajustar el extremo de la palanca y la mano se movía de un lado a otro. Pensaron que era atrevido, pero Su Majestad estaba encantada", ha dicho. Sin embargo, el 'invento' de Isabel II no es nuevo. En el mismo libro que revela este sorprendente dato también se cuenta que la tripulación del Royal Yacht Britannia ya hizo algo similar. Cuando navegaban, grandes multitudes observaban a los marineros desde tierra. Ellos, muy ocupados con su trabajo, temían ofenderles y tuvieron una idea parecida.

Este es solo uno de los muchos datos que revela Robert Hardman en 'Queen of the World', la que se supone que es la obra literaria más completa sobre Isabel II. Según el autor, la reina transformó el viejo imperio de su padre en la Commmonwealth y ha llegado a conocer a los líderes del mundo mejor que nadie. Hardman ha tenido acceso directo a la familia real para comprobarlo de primera mano y construir, según la editorial, "una historia real llena de drama, intriga, exotismo e incluso situaciones peligrosas". 592 páginas que han visto la luz este mismo mes de septiembre bajo el sello de Penguin Readers y que cualquier británico puede adquirir en las librerías por el módico precio de 25 libras.

Son muchos los detalles de la vida de Isabel II que han dejado estupefactos a sus súbditos, pero el de la 'máquina saludadora' seguro que tardarán en olvidarlo.