El baño de masas de Rivera y la emoción de Scorsese: así fueron los Princesa de Asturias
Te contamos las anécdotas de esta edición de los prestigiosos galardones entregados en Oviedo este viernes
Un año más, Oviedo se engalanó para la entrega de los Premios Princesa de Asturias. El teatro Campoamor se convirtió en el corazón de la ciudad desde pasadas las 17:00 horas de la tarde de este viernes, cuando empezaron a llegar los invitados. Como suele ocurrir en este tipo de eventos, primero hicieron su aparición los menos conocidos -jurado, patronos de la fundación...- mientras que los rostros más familiares se hicieron esperar un poco más.
Entre estos últimos se encontraban el Padre Ángel, el presidente de Galicia, Núñez Feijóo, la presidenta de la fundación Cotec y exministra Cristina Garmendia, la periodista Gloria Lomana, Adolfo Suárez Illana o Vargas Llosa acompañado por Isabel Preysler, que se estrenó en estos premios. Una de las más vitoreadas por el público, como manda ya la tradición, fue la madre de la Reina, Paloma Rocasolano, que vestía un diseño de Varela, al igual que su hija.
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Rivera, un ídolo de masas
En cuestiones de política nacional, Pablo Casado y Albert Rivera fueron los grandes protagonistas. El primero, acompañado por su mujer, Isabel Torres, recibió alabanzas de los asturianos, pero sin duda fue el líder de Ciudadanos el que se dio un gran baño de masas. Y es que el catalán no dudó en acercarse a un grupo que reclamaba su atención. Tras conversar con ellos durante unos minutos, se tomó un selfie mientras su novia, Beatriz Tajuelo, observaba la escena desde la alfombra azul.
Se echó de menos la presencia de Pedro Sánchez y Begoña Gómez. Cuando era el candidato de la oposición, el madrileño no faltó en ninguna ocasión, pero una vez en la presidencia ha causado baja. Eso sí, su asistencia no sabemos si hubiera sido del agrado del público, que de vez en cuando entonaba "Pedro dimisión", como ya sucedió el Día de la Hispanidad. También fueron abucheados los miembros del Gobierno: Carmen Calvo, vicepresidenta; Josep Borrell, ministro de Exteriores; María Luisa Carcedo, ministra de Sanidad, quien es asturiana; Pedro Duque, de Ciencia y Universidades; y Teresa Ribera, de Transición Ecológica.
Vítores y abucheos para la familia real
Tras los invitados fue el turno de los premiados. Uno a uno, los galardonados de esta edición llegaron al Campoamor y recibiendo un homenaje por parte del público, aunque, como era de esperar, el más vitoreado fue Martin Scorsese, Premio Princesa de Asturias de las Artes, quizás el más reconocible para el gran público. Eran las 18:28 horas cuando el coche real hizo su aparición en la calle Pelayo.
La familia real fue recibida con aplausos, pero también con abucheos por parte de los manifestantes que cada año se congregan en la plaza Carbayón, justo delante del famoso teatro, para dar muestras de que no están de acuerdo con la monarquía. Para la ocasión, doña Letizia se decantó por un vestido de patchwork brocado y bordado a mano en hilo, cristal y metal azul noche, cerúleo, pizarra y nude con el que, por lo que se podía escuchar, convenció a los presentes.
['God save Varela': el vestidazo de Letizia en los Princesa de Asturias, una obra de arte]
La emoción de Scorsese
Las gaitas marcaron el comienzo de la ceremonia, que se desarrolló sin ningún tipo de imprevisto. Llamó la atención la emoción de Scorsese en todo momento. El cineasta estuvo a punto de derramar una lágrima cuando Alma Guillermoprieto, Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades, pronunció su emotivo discurso. Durante su turno, el director ha defendido el arte: "Me doy cuenta de que, en los aspectos prácticos de la sociedad, el arte es siempre tan frágil. Se critica, se margina y a menudo se trata como si no fuera esencial para la vida".
La ceremonia se cerró con las palabras de Felipe VI, que no evitó hacer referencia a la situación catalana y defender la Constitución: "Una Constitución fruto de la concordia entre españoles, unidos por un profundo deseo de reconciliación y de paz; unidos por la firme voluntad de vivir en democracia. Una Constitución que recuperó para el pueblo español la soberanía nacional y que devolvió a los españoles su libertad y su condición de ciudadanos; que reconoció también la diversidad de sus orígenes, culturas, lenguas y territorios".
Un año más, Oviedo se engalanó para la entrega de los Premios Princesa de Asturias. El teatro Campoamor se convirtió en el corazón de la ciudad desde pasadas las 17:00 horas de la tarde de este viernes, cuando empezaron a llegar los invitados. Como suele ocurrir en este tipo de eventos, primero hicieron su aparición los menos conocidos -jurado, patronos de la fundación...- mientras que los rostros más familiares se hicieron esperar un poco más.