Meghan llega a Tonga: tres vestidos en un mismo día y una etiqueta olvidada
Los duques han aterrizado con su frenética agenda en Tonga, donde Markle tuvo un pequeño despiste con su ropa. Pero antes pasaron una lujosa noche en una isla privada en Fiji
Los duques de Sussex están viajando a ciudad por día en Oceanía. Un periplo exhausto teniendo en cuenta que Meghan Markle se encuentra en el que sería su cuarto mes de embarazo. Por eso, su última noche en Fiji la quisieron pasar en una privada y lujosa isla desierta, alojándose en el resort Vatuvara, muy cerca de Suva. Al enclave solo se puede acceder mediante un avión privado, lo que les ofrece la intimidad necesaria para una noche de descanso antes de volver a los compromisos.
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Allí, todas las villas cuentan con unas vistas incomparables y un servicio de lujo las 24 horas del día. ¿La habitación más exclusiva? Cuesta 6.350 euros.
Tras la desconexión, el jueves por la mañana la pareja voló a Nadi para cumplir con su último compromiso en Fiji. Allí, tras una ceremonia de bienvenida en el aeropuerto, inauguraron una estatua que conmemoraba al soldado Sergent Talaisai Labalaba, quien murió en 1972 luchando por Gran Bretaña y Fiji. Para esta ocasión, Markle escogió un vestido verde intenso del diseñador canadiense Jason Wu (quien ya ha repetido vestuario en este tour), zapatos de gamuza de Manolo Blahnik, pendientes de oro y un clutch negro muy en su línea.
Tonga, la anécdota de la jornada
Más tarde, se trasladaron rápidamente a Tonga, donde apareció con un segundo vestido, en esta ocasión una pieza de color rojo firmado por Pleated Floral Gown. Su precio es de 470 euros y, como era de esperar, ya está agotado online. Puedes intentar comprarlo más adelante aquí.
Con esta prenda llegó la anécdota del día: la duquesa olvidó quitarle una etiqueta en la parte baja del atuendo que rezaba: “Se aceptarán devoluciones solo si esta etiqueta permanece pegada”. Asimismo, dicha prenda fue arreglada para la royal, dejándole un corte midi cuando en realidad se trata de un traje largo.
Su última parada sería una recepción en la Casa Consular en el centro de Nuku'alofa. Allí se encontrarían con el rey Tupou VI y la reina Nanasipau-u, encuentro para el que se vestirían de gala.
Markle, que ya luce tripita de embarazada, escogió un elegante vestido de la firma neoyorquina Theia con detalles bordados en los hombros, que además acompañó con un impresionante anillo de su exsuegra, la princesa Diana. Esta parece ser la misma pieza que llevó para la recepción de su boda el pasado mes de mayo.
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Los duques de Sussex están viajando a ciudad por día en Oceanía. Un periplo exhausto teniendo en cuenta que Meghan Markle se encuentra en el que sería su cuarto mes de embarazo. Por eso, su última noche en Fiji la quisieron pasar en una privada y lujosa isla desierta, alojándose en el resort Vatuvara, muy cerca de Suva. Al enclave solo se puede acceder mediante un avión privado, lo que les ofrece la intimidad necesaria para una noche de descanso antes de volver a los compromisos.