La noticia del divorcio de la infanta Cristina y Urdangarin, ¿un globo sonda?

Es la noticia de la semana en el ámbito del cuore. La información de que la infanta Cristina estaba planteándose divorciarse de Iñaki Urdangarin ha protagonizado todos los medios, ya sea para anunciarla o desmentirla. También a Vanitatis habían llegado noticias sobre el supuesto distanciamiento del matrimonio. El abogado de la infanta Cristina, Miquel Roca, lo desmintió inmediatamente. ¿Pero de dónde había partido la noticia?

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El matrimonio formado por Cristina de Borbón e Iñaki Urdangarin ha demostrado a lo largo de los años tener una unión sólida como el acero. Ambos han pasado por un doble juicio, el de los tribunales y el mediático, se han mudado tres veces de país de residencia, han vivido el tiovivo personal de pasar de ser admirados a denostados por la ciudadanía. Todo ello lo han llevado siempre unidos, formando un frente familiar contra la adversidad. De ahí que la noticia del divorcio, cuando Iñaki Urdangarin cumple ya su pena de prisión, hubiera que acogerla con reservas.

Fuentes del entorno de los Urdangarin reconocen que la familia de Iñaki "ha sido la primera sorprendida" por esta noticia. No hay distanciamiento entre el matrimonio ni entre doña Cristina y su familia política. A lo largo de los años, ellos han sido un apoyo fundamental para la hija del rey Juan Carlos y, sobre todo, para sus hijos, muy unidos a sus primos, a sus tíos y a su abuela, Claire Liebaert. Es verdad, sin embargo, que ahora la Infanta está priorizando su acercamiento a Zarzuela frente a los Urdangarin.

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La información tampoco partió del entorno de la Casa del Rey. Hubo momentos, en los albores del caso Nóos, en que Juan Carlos y Felipe de Borbón presionaron a Cristina para que se separara de su esposo y establecer así un cortafuegos con la familia del Rey. Pero doña Cristina priorizó siempre al padre de sus hijos y a su familia frente a sus obligaciones institucionales. Ahora, la Casa Real ha vuelto a abrir sus puertas a Cristina de Borbón. Una vez que ya ha pasado el juicio y que se ha demostrado que su cercanía con el Rey no ha influido en el proceso, no tiene sentido seguir apartando de los actos familiares a doña Cristina y su parentela.

Tampoco ese presunto divorcio es una suerte de 'peaje' que la Casa del Rey le ha pedido a la Infanta para poder volver a casa. Aquello pasó. En la pareja ha habido roces, un "desgaste" lógico (según su entorno) si tenemos en cuenta todo lo que han pasado, pero de ahí a la ruptura hay un paso gigantesco. Un abismo.

Pero una noticia como la ruptura de los exduques de Palma no se publica así como así. La información partió del entorno íntimo de doña Cristina, no se sabe con qué intención y por qué precisamente ahora, cuando se acaba de publicar la primera imagen de la familia real con la Infanta y sus hijos por el 80 cumpleaños de la reina Sofía.

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Lo cierto es que la hermana del Rey pretende seguir con su vida como hasta ahora. De momento, seguirá viviendo en Ginebra, tal y como hemos publicado. Irá a visitar a su marido siempre que tenga oportunidad y seguirá ocupándose de sus hijos menores y de su trabajo. Hasta el siguiente sobresalto.