70 cumpleaños del príncipe Carlos: así es el futuro rey que más asusta a la Corona
Lleva esperando a acceder al trono una vida, batiendo el récord de 59 años, dos meses y 13 días que ostenta el que luego sería Eduardo VII. Y no se piensa callar (casi) nada
Hay muchas cosas que se esperan de un monarca, pero jamás su opinión pública. El jefe de Estado debe mantenerse neutral ante las cuestiones políticas. En este sentido, el príncipe Carlos dice no ser "tan estúpido". Citando a las obras de Shakespeare y la forma en la que el príncipe Hal se convirtió en Henry V, el eterno heredero al trono asegura que cuando llegue su momento actuará "dentro de los parámetros de la Constitución" y no podrá hacer “las mismas cosas” que ha hecho hasta ahora. La pregunta es si los británicos podrán borrar de un plumazo 70 años de Historia para atribuirle el don de la objetividad.
La reina Isabel II asumió la corona con tan solo 25 años. Nunca había opinado sobre temas polémicos y el pueblo no le podía echar en cara ningún trapo sucio de su pasado. Durante su reinado, su autocontrol incansable ha proporcionado una clase magistral de cómo hablar menos y pensar más.
Sus polémicas: zorros, edificios y amor
Pero con Carlos es todo distinto. El príncipe de Gales cumple este miércoles 70 años. Tiene una vida vivida y muchas polémicas a sus espaldas precisamente no por haber sabido estar callado. Las misivas remitidas a los sucesivos Gobiernos a lo largo de estas últimas décadas entrometiéndose en temas que no corresponden a la Corona -por cierto, son apodadas 'cartas de araña negra' por su enrevesada caligrafía- forman ya parte de los archivos de palacio. Y el ser humano es un animal de costumbres, por lo que cuesta imaginar que cuando llegue su hora vaya a cambiar tanto como para estar al margen de todo.
La neutralidad que se espera del futuro monarca ocupa un papel protagonista en el documental especial emitido por la BBC con motivo de un aniversario tan señalado. Cuando al heredero se le pregunta directamente por esta cuestión, él responde con otra: ¿qué es realmente la intromisión? “Si intromisión significa preocuparme por lo que pasa en las ciudades, las condiciones en las que vive la gente, si eso es ser entrometido, estoy muy orgulloso de ello”, matiza.
La realidad, sin embargo, va un poco más allá. En los años ochenta, sus planes para estimular "la rehabilitación del centro de Londres" irritaron profundamente a Margaret Thatcher. Durante el Gobierno de Tony Blair, mostró su preocupación por la gestión de las tropas desplegadas en Irak y protagonizó titulares advirtiendo que “si se cambiaba la ley para la caza del zorro, abandonaría el país y pasaría el resto de su vida esquiando”.
En 2010, su total oposición a un proyecto inmobiliario de la empresa Qatari Real Estate Investment llevó supuestamente a la familia real catarí a retirar su apoyo al proyecto inicial del conocido arquitecto Richard Rogers. En su lugar, Carlos pidió tomar en consideración el trabajo de su arquitecto favorito, Quinlan Ferry, rompiendo así toda la neutralidad que se le presupone a una persona de su rango. En 2013, presionó al Gobierno autónomo de Escocia para promover una de las organizaciones sin ánimo de lucro de las que es patrón, Teach First, dedicada a la formación de profesores. Y la lista continúa.
Una reina nonagenaria
Lo cierto es que no es del todo su culpa. Aunque no fue nombrado príncipe de Gales hasta que cumplió los nueve años, se convirtió en 'heredero aparente' a los tres y conforme fue creciendo, los asesores de palacio no supieron encontrarle su sitio, un espacio donde pudiera desenvolverse con soltura y en el que lograra ocupar sus horas, evitando así ofrecer la imagen de hombre desorientado sin otra cosa que hacer que aguardar un trono que nunca llega.
Así que tuvo que entretenerse con las que dice son sus dos pasiones: los productos ecológicos y la arquitectura. Y si se hubiera mantenido en un segundo plano, la cosa no habría ido tan mal, pero ha cruzado los límites… y lo ha hecho en más de una ocasión.
Claro que también es cierto que nadie esperaba que la espera fuera a ser tan larga. En 2011, Carlos se convirtió en el heredero británico que más tiempo lleva esperando a acceder al trono batiendo el récord de 59 años, dos meses y 13 días que hasta entonces ostentaba el que luego sería Eduardo VII. La reina cuenta ya con 92 años, pero no tiene intención alguna de abdicar.
Robert Blackburn, profesor de derecho constitucional en el Kings College de Londres y autor de un libro sobre las implicaciones del papel de Carlos en la monarquía, llegó a decir que el príncipe Guillermo podría tener que hacerse cargo del trono si su padre no dejaba de inmiscuirse en los asuntos políticos. La popularidad del hijo siempre ha sido mayor que la del padre, sobre todo desde su idílica boda con Catalina.
"Tal vez bailar con él sea mejor que el sexo"
Un portavoz de Clarence House asegura, no obstante, que el tono de Carlos "será más discreto" cuando ocupe el trono, pero él no parece muy dispuesto a cambiar de hábitos. Es más, en una polémica entrevista en 2011, aseguró que daría un “aire fresco en palacio” y que si esto no gustaba, “mala suerte”.
También es posible que, pese a todo, Carlos sea el gran desconocido y que, tal como reveló en su día la actriz Emma Thompson, tal vez bailar con él sea “mejor que el sexo”. Pudiera ser que como rey mostrase su verdadero yo.
Por su 65 cumpleaños, la revista 'Time' publicó un reportaje escrito por Catherine Mayer, que pasó varios días con el heredero y pudo entrevistar a más de 50 de sus amigos y asesores. En vez de la caricatura que siempre se ha mostrado del 'hombre a la espera del trono', la autora dijo haberse encontrado con un “apasionado filántropo, uno de los empresarios dedicados a ONG más prolíferos del mundo”, que quería aprovechar lo máximo posible la época que aún le quedaba para seguir defendiendo las causas en las que cree. Fue precisamente uno de sus allegados quien confesó a la editora que para el homenajeado, "el papel de monarca era una especie de cárcel".
“Él cree en la monarquía como una institución que refuerza la sociedad, pero acepta que haya gente que pueda cuestionar su relevancia. No quiere centrarse en su trono, ya que, después de todo, eso significa la pérdida de su madre. Y lejos de estar ansioso de asumir la corona –de la que ya siente el peso-, está preocupado por lo que esto supondrá en toda la labor que ha hecho hasta ahora”, recalcaba la autora.
Hay muchas cosas que se esperan de un monarca, pero jamás su opinión pública. El jefe de Estado debe mantenerse neutral ante las cuestiones políticas. En este sentido, el príncipe Carlos dice no ser "tan estúpido". Citando a las obras de Shakespeare y la forma en la que el príncipe Hal se convirtió en Henry V, el eterno heredero al trono asegura que cuando llegue su momento actuará "dentro de los parámetros de la Constitución" y no podrá hacer “las mismas cosas” que ha hecho hasta ahora. La pregunta es si los británicos podrán borrar de un plumazo 70 años de Historia para atribuirle el don de la objetividad.