Frialdad vs. afecto: un experto analiza las fotos familiares de los Windsor y los Borbón

En las últimas semanas dos ilustres cumpleaños han protagonizado la crónica social. Por un lado, el 80 aniversario de la reina Sofía, que se celebró de forma privada en el palacio de la Zarzuela con un almuerzo al que acudieron la familia y los amigos de la madre de Felipe VI. Por otro, el 70 cumpleaños del príncipe Carlos de Inglaterra, que ha reunido a los grandes nombres de la realeza europea en el palacio de Buckingham. En ambas ocasiones, las dos casas han optado por facilitar varias fotografías de familia para conmemorar los cumpleaños. La del príncipe Carlos con su esposa Camilla, sus hijos, sus nueras y sus nietos, es ciertamente entrañable. La de la reina Sofía con el rey Juan Carlos, sus tres hijos y sus ocho nietos es formal y fría.

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Son impresiones sacadas a simple vista. Por cómo interactúan los miembros de cada familia unos con otros y por sus gestos. Para corroborarlas, Vanitatis ha consultado a un experto en comunicación no verbal. Jesús Enrique Rosas es el director del Knesix Institute, perteneciente a la Universidad Corporativa Fundación Lenguaje Corporal. Rosas es experto en lenguaje corporal, persuasión y negociación, y ha trabajado para empresas como Ford, Nestlé, HSBC, Telefónica Movistar, Pirelli, Microsoft y Procter & Gamble.

El experto analiza primero la foto de la familia del rey Felipe, tomada el pasado 2 de noviembre en la escalinata del palacio de la Zarzuela. Los protagonistas son la infanta Cristina con sus cuatro hijos, los reyes Felipe y Letizia y sus dos hijas, la infanta Elena y sus dos hijos, y los reyes Juan Carlos y Sofía. "En primer lugar, está el tema de la separación entre cada uno de los miembros. No hay ningún tipo de calidez entre ellos; entiendo que puede ser parte del protocolo de la foto (que Letizia rompe al tomarle la mano a Leonor), pero aún así, no solo son las sonrisas poco sinceras de la mayoría, sino las palmas fuertemente hacia sí mismos (como las del Rey) o la mano izquierda (la que representa el lado emocional) de Letizia, ligeramente oculta".

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Además, Rosas apunta que "a pesar de que Letizia y Leonor están tomadas de la mano, sus pies parecen separarse entre sí. Hay un distanciamiento subconsciente". La elección del encuadre tampoco contribuye a mostrar sintonía entre los miembros de la familia, más bien todo lo contrario: "El grupo está asimétrico, por lo que se acentúa el desorden y la desintegración entre todos".

A continuación, pedimos al experto que analice la imagen de la familia real inglesa. Está tomada en los jardines de Clarence House, en septiembre, semanas antes del cumpleaños del príncipe Carlos. Sus protagonistas son los duques de Sussex, los duques de Cambridge, Carlos, Camilla y... sobre todo, los niños George, Charlotte y Louis, al que no se había visto desde su nacimiento. Rosas apoya la impresión inicial de que se trata de una familia más cohesionada. "Por supuesto que se ven más integrados, sobre todo con detalles como el niño sobre las piernas de Carlos. La composición es mucho más simétrica y armoniosa, aún cuando Camilla tiene el cuerpo sumamente rígido (no parece sentir que pertenece allí) y está haciendo un gesto muy poco natural con las manos".

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Según su punto de vista, la clave de que transmitan una relación más cálida es que "hay contacto físico entre todos", aunque "quienes están más relajados son Harry y Meghan". "El príncipe William (no sabemos si de forma subconsciente o por sugerencia del fotógrafo) apoya la mano en el banco. Lo interesante es que forma una división entre Carlos y Camilla. Son detalles que vale la pena considerar".

Que cada uno saque sus conclusiones de este análisis. Jesús Enrique Rosas ya ha extraído la suya: "Si te soy sincero, no veo muchas similitudes entre ambas familias". Nosotros, la nuestra. Como escribió Tolstói en 'Anna Karenina', "todas las familias felices se parecen, pero las infelices lo son cada una a su manera".