¿Lavado de imagen? Meghan Markle, con delantal en un acto sorpresa y solidario

Acción reacción. Esa es una de las máximas de la familia real británica, que nunca da puntada sin hilo. Si se dice que Meghan y Kate se llevan mal, las mandan juntas a Wimbledon; si se rumorea que Carlos no tiene relación con sus nietos, nos regalan todo un reportaje del príncipe de Gales deshaciéndose en cariños con George, Charlotte y Louis; y si ahora es la duquesa de Sussex la que está en el foco mediático por sus desavenencias con la reina Isabel II y su su fuerte personalidad.... Pues le organizan un acto sorpresa solidario.

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Este miércoles, Meghan se ha desplazado hasta Al Manaar, en South Kensington, para visitar la Hubb Community Kitchen. Allí ha comprobado de primera mano todas las mejoras que se han llevado a cabo con el dinero recaudado -unas 210.000 libras- tras la publicación del libro 'Together: our Community Cookbook. Fue en septiembre cuando se lanzó esta recopilación de recetas, con prólogo de la duquesa de Sussex, de las mujeres que sufrieron las consecuencias del incendio de la torre Grenfell, la mayoría de ellas inmigrantes.

Desde un primer momento, la esposa de Harry se interesó por este proyecto solidario e interracial, ya que cree que la cocina es un modo de unirnos a todos. Todavía recordamos lo orgullosa que estaba Meghan cuando presentó el libro en un acto en Kensington Palace en el que estuvo arropada por su marido y por su madre, Doria Ragland. "Trabajar en este proyecto estos últimos nueve meses ha sido una tremenda obra de amor. Hace poco que me mudé a Londres y enseguida me sentí acogida por las mujeres de esta cocina. [...] Esto es más que un libro de cocina y demuestra el poder de la comida, la historia que hay detrás de ello", dijo en su breve discurso.

En un momento agridulce para ella, pues está esperando su primer hijo pero a la vez se encuentra viviendo un momento delicado en cuanto a popularidad, la duquesa se ha puesto el delantal para estar junto al resto de las mujeres en las cocinas. Nada más llegar, se ha fundido en un tierno abrazado con una de las integrantes del grupo, demostrando su cercanía con ellas.

Para la ocasión, Meghan se ha decantado por un conjunto de Club Monaco en color burdeos formado por vestido de manga larga de estilo baby doll con cuello bebé, de 200 euros, y abrigo de lana, valorado en 430 euros. A sus pies la duquesa llevaba unos nuevos botines de ante y cuero de Gianvito Rossi de 900 euros. La exactriz ha peinado su melena en una coleta y no ha llevado ninguna joya. Un look de perfil bajo para una visita de lo más emotiva.