La respuesta de Kate Middleton cuando le preguntan por el embarazo de Meghan

En los últimos días, el supuesto rifirrafe entre Kate Middleton y Meghan Markle ha dado mucho que hablar. Esta semana, el 'Daily Tepegraph' hizo pública una discusión que las dos mantuvieron a causa de la elección del vestido de la princesa Charlotte en la boda de los duques de Sussex. Según su información, la duquesa de Cambridge acabó llorando tras una crispada conversación.

Este jueves, la noticia es su respuesta a los periodistas al hablar del embarazo de Meghan Markle. La duquesa de Cambridge ha contestado con un expresivo "¡Por supuesto!" cuando le han preguntado si está feliz con el futuro nacimiento del hijo de los duques de Sussex. “Es una época muy especial para tener niños pequeños y un primo para George y Charlotte, así como para Louis, va a ser algo muy especial”, ha contestado Kate con una sonrisa en la boca.

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La declaración de la duquesa de Cambridge ha tenido lugar durante un homenaje a los cinco hombres que fallecieron en un accidente de helicóptero la semana pasada celebrado en Leicester University. Hasta allí se han desplazado ella y el príncipe Guillermo y han respondido amablemente a la prensa, que también ha preguntado a Middleton sobre la forma en la que ella, el príncipe y sus hijos vivirán las próximas fiestas navideñas. “Están entusiasmándose con la llegada de la Navidad porque han empezado a cantar sus canciones navideñas y están ya montando los árboles de Navidad”.

La segunda lectura de sus amables respuestas es que la supuesta enemistad con Meghan Markle narrada por el 'Daily Tepegraph' no ha hecho llegar la sangre al río. ¿O quizá sí? Al parecer, el altercado tuvo lugar cuando Meghan Markle eligió para Charlotte y el resto de pequeñas damas de honor unos vestidos de Givenchy a juego. Durante la prueba de estas prendas las cuñadas discutieron y Kate Middleton acabó llorando.

“Kate acababa de dar a luz al príncipe Louis y estaba bastante sensible", aseguraban las fuentes consultadas por el 'Daily Telegraph'. Las informaciones podrían evidenciar que la organización de la boda llevó a que Meghan tuviera problemas con varios miembros de su familia política. Sobre todo con su concuñada, que prefiere contestar con una cordial sonrisa cuando le preguntan por ella.