Abuelas reales: ¿concedería Paloma Rocasolano una entrevista como ha hecho Carole Middleton?

Tras quince años de digna discreción –desde que su hija mayor, Kate Middleton, y el príncipe Guillermo empezaran a salir en 2003–, Carole Middleton (63) ha roto el protocolo real y el suyo personal para conceder su primera entrevista en 15 años al diario inglés 'The Telegraph'. "Con los años he comprobado que lo más sabio es permanecer en silencio", afirma. Una discreción que también caracteriza a Paloma Rocasolano, madre de la reina Letizia, una mujer discreta y contenida que hasta ahora no ha tenido que hacer malabarismos con la prensa porque nunca ha buscado protagonismo. Ese afán por pasar desapercibida es extensible a toda la familia política del rey Felipe VI.

En ella ha evitado tocar directamente temas referentes a su hija, su yerno y sus nietos. Y desde luego se ha cuidado muy mucho de expresar su decepción con que –al contrario de lo que estaba previsto– finalmente Kate y Guillermo pasen el día de Navidad en Sandringham, el pueblo en el que falleció el padre de lsabel II, el rey Jorge VI. La decoración navideña allí es mucho más sencilla que la de Windsor.

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Tampoco se refirió a su hija Pippa y a su marido, James Matthews, o a su hijo James, recientemente soltero tras acabarse su relación con la presentadora de televisión Donna Air. Pero sí que habló largo y tendido sobre su empresa Party Pieces, un negocio multimillonario que vende artículos para fiestas, desde tiaras hasta dinosaurios inflables, y en el que trabajaron también sus dos hijas.

También se declaró fan incondicional de las navidades y asegura que adora cocinar tanto como a sus perros, cuatro cocker spaniel y un golden retriever. Afirma también que nunca sufre de estrés, en parte por su nueva dieta vegana, y que odiaría tener que vivir en Londres.

Tanto ella como su marido Michael han proporcionado al príncipe Guillermo la amorosa vida familiar de la que nunca ha disfrutado y a cambio han sido recibidos por la familia real británica como ninguna otra familia política anteriormente. Todo el mundo está de acuerdo además en que son unos fantásticos abuelos para George, Charlotte y Louis.

Un papel de abuela entregada que Carole adora, no solo porque no aparenta más de 50 años y tiene más energía que muchas veinteañeras, sino porque además es muy divertida. “Me encantan las fiestas y soy muy charlatana”, asegura. Siendo así, ha debido hacer un verdadero esfuerzo por aguantar tantos años sin dar una entrevista...