La millonaria herencia de los Torlonia divide a la familia de Alessandro Lequio
Tras la muerte el pasado año del príncipe Alessandro, ahora sus cuatro hijos se disputan entre los juzgados y los tabloides la cuantiosa suma que dejó: cerca de dos mil millones de euros
La prestigiosa familia Torlonia, cuya cabeza, el príncipe Alessandro Torlonia, fallecía a finales del año pasado, se encuentra en medio de una 'batalla de sucesión' digna de 'Juego de tronos'. Así lo vive el país transalpino, que es testigo de cómo una enorme disputa entre sus cuatro herederos ha llegado incluso a originar un secuestro total judicial de dicho capital por parte del juez Fulvio Vallillo, del Tribunal Civil de Roma. El magistrado tomaba esta extrema decisión en aras de proteger el patrimonio nacional que los Torlonia poseen y que no parecen saber cómo repartirse, evitando así que alguna obra de arte pueda ser vendida al extranjero en un movimiento errático.
Esta medida de Valillo no es precisamente ‘peccata minuta’, ya que el grueso de patrimonio, ahora secuestrado, asciende a 1.800 millones de euros y conforma la colección privada más importante del mundo de estatuas de mármol. En concreto 623 piezas de arte grecorromano, cuya estancia en la capital italiana habría peligrado tras el fallecimiento de Alessandro Torlonia.
Según Carlo Torlonia, primogénito que hacía saltar las alarmas y principal indignado de este embrollo, “sus tres hermanos le escondieron el grave estado de salud de su padre y llevaron a cabo movimientos financieros durante sus últimos días que podrían evitar que él recibiera su parte del pastel”. Entre esas acciones a las que se refiere, se encuentra una precipitada venta -finalmente no realizada- de dichas esculturas al Museo Paul Getty, en Los Ángeles.
Un patrimonio nacional en peligro
Esta afirmación, según la abogada de Carlo, Adriana Boscagli, habría provocado esta escandalosa protección preventiva que “podría haber puesto en riesgo los derechos hereditarios de su cliente”. Ante este percal, habrá que esperar para ver cómo estos tesoros son catalogados y estimados por el Ministerio de Cultura, para más tarde ser repartidos a los cuatro hijos por parte del juez, que evitaba una posible recapitalización del patrimonio sin el consentimiento de uno de los herederos.
Uno de los asuntos que más están alimentando los tabloides sensacionalistas en Italia es que, según Carlo, este se enteró a través de la prensa de la creación de la Fundación Torlonia, que se ocupaba de la gestión de dichas obras de arte, omitiendo a este en todo momento de dicha transacción. Es decir, que durante los últimos años de vida del príncipe Alessandro, tres de sus hijos, Paola, Francesca y Giulio, se habrían autodonado y repartido de forma privada parte de su vasta fortuna.
El objetivo final de Carlo es que acabe esta guerra fratricida y que dicha colección sea exhibida en un museo de Roma para que todas las personas puedan disfrutar de este arte, un conjunto que rivaliza directamente con muestras como las del Louvre o el Museo Británico. Para que nos hagamos una mejor idea, entre sus pertenencias y fastuosas propiedades también se encuentra la Villa Torlonia, casona donde residió Benito Mussolini durante la II Guerra Mundial y donde disfrutaba de un refugio antiaéreo excavado debajo de la mansión.
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La prestigiosa familia Torlonia, cuya cabeza, el príncipe Alessandro Torlonia, fallecía a finales del año pasado, se encuentra en medio de una 'batalla de sucesión' digna de 'Juego de tronos'. Así lo vive el país transalpino, que es testigo de cómo una enorme disputa entre sus cuatro herederos ha llegado incluso a originar un secuestro total judicial de dicho capital por parte del juez Fulvio Vallillo, del Tribunal Civil de Roma. El magistrado tomaba esta extrema decisión en aras de proteger el patrimonio nacional que los Torlonia poseen y que no parecen saber cómo repartirse, evitando así que alguna obra de arte pueda ser vendida al extranjero en un movimiento errático.