Por qué Lady Di abandonó más de 100 patronazgos tras su divorcio de Carlos
La princesa del pueblo llegó a trabajar con más de un centenar de organizaciones benéficas, pero tras su separación se concentró en un puñado
Hubo un tiempo en el que era bastante habitual ver a Lady Di apadrinando diversas causas benéficas que tenían que ver muchas de ellas con ayuda a enfermos de párkinson, infectados por el VIH o niños con lepra.
Nos acostumbramos a ver a la bautizada como 'princesa del pueblo' posando en alguna aldea abandonada de África con niños desnutridos o junto a algún enfermo terminal. Su carisma y empatía natural con los más necesitados fueron la mejor arma de la princesa Diana. Pero tras su separación del príncipe Carlos, eso cambió radicalmente.
Durante su matrimonio y pertenencia a la familia real británica, Lady Di llegó a abanderar hasta un centenar de patronazgos, como hacen la mayoría de los royal. De hecho, este 9 de enero conocíamos la noticia de que Meghan Markle arrancaba 2019 con cuatro patronatos que la reina Isabel II le ha concedido y con los que la duquesa de Sussex podrá abanderar oficialmente las causas y organizaciones con las que esta se siente cómoda. Una de ellas, ser patrona del Teatro Nacional Británico, un guiño a su pasada vida como actriz.
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En total, los miembros de la familia real están vinculados a unas 3.000 causas anuales y en su dia Diana mantuvo vínculos con 100 organizaciones benéficas. Tras el divorcio se quedó solo con 6. La pregunta es: ¿por qué?
El valor de ser Lady Di
De cien a seis. Ese es un cambio muy drástico que algunos podrían pensar que vino perpetrado desde la casa de Isabel II. Diana pasó de ser el miembro real más popular a un personaje incómodo. Sin embargo, la decisión de abandonar los patronazgos de todas esas causas fue determinación personal y propia de la princesa.
“Con gran tristeza”. Ese es el término que empleó la madre de Harry y Guillermo cuando hizo pública su decisión de renunciar a todas esas nobles causas para concentrarse en un puñado de ellas, según explicó, con el fin de concentrar sus esfuerzos. Menos es más. Y de hecho, ese 'esfuerzo' de Diana se vio rentabilizado exponencialmente.
De hecho, tras su muerte, sucedida el 31 de agosto de 1997, numerosas publicaciones se hicieron eco de la quiebra económica que su pérdida suponía para la economía de las ONG. El poder de atracción que representaba su imagen para alertar sobre peligros como las minas antipersona o el sida fue irreemplazable, y así lo afirmaban los directores de las organizaciones con las que Diana colaboraba.
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Su agenda para la semana siguiente a su fallecimiento marcaba un día con los niños aquejados de asma y síndrome de Down, otra con los pequeños jamaicanos desfavorecidos o una gala en beneficio de los enfermos de sida en Singapur.
Algunos ejemplos: el concierto celebrado en su nombre para el Fondo Nacional del Sida recaudó en 1993 unos 50 millones de pesetas (300.000 euros) y de la subasta de sus trajes de noche el Hospital para el Cáncer londinense obtuvo 250 millones de pesetas más (un millón y medio de euros).
Veremos si los patronazgos de Meghan resultan tan rentables y beneficiosos como los de la madre de su esposo.
Hubo un tiempo en el que era bastante habitual ver a Lady Di apadrinando diversas causas benéficas que tenían que ver muchas de ellas con ayuda a enfermos de párkinson, infectados por el VIH o niños con lepra.