El comentario machista por el que Daniel de Suecia ha tenido que pedir perdón
El heredero, que se vio envuelto en una polémica muy necesaria, no ha dudado en descolgar el teléfono y disculparse ante Maria Rooth, deportista que se vio ofendida por el royal
En Suecia acaba de suceder algo inusitado. El príncipe Daniel, esposo de la princesa heredera Victoria, se ha visto en la necesidad de pedir perdón a causa de unas palabras desafortunadas. Eso sí, el mea culpa ha tenido lugar en privado. Algunos piensan que la historia, de haber sido contada abiertamente por el protagonista, hubiera tenido un mayor calado social.
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Dicho embrollo tuvo lugar hace unos días, cuando el royal acudió a una reunión deportiva en la ciudad de Ockelmo, donde se rendía homenaje a grandes figuras del hockey nacional. Allí, el futuro consorte participó en un partido amistoso junto a otras muchos profesionales. Entre ellos se encontraba la deportista Maria Rooth, veterana de la disciplina que llegó incluso a competir en los Juegos Olímpicos.
Una vez acabado el evento, Daniel ofreció unas palabras públicas y aseguró “estar encantado de jugar con los chicos”, obviando a dos jugadoras que también formaban parte del partido. Comentario que, aunque involuntario, cerciora el todavía vigente machismo implícito que sobrevive en expresiones sociales y costumbres cotidianas. La tesitura, que acabó preocupando al príncipe, le hizo ponerse en contacto con la ‘damnificada’ y pedirle disculpas personalmente vía teléfónica. Así lo relataba anonadada Rooth en su cuenta de Instagram, que no salía de su asombro cuando alguien la llamó y le dijo al otro lado de la línea: “¡Hola! Soy el príncipe Daniel”. Según esta, durante la charla, el hombre se mostró “arrepentido y avergonzado”. La conversación, que acompaña a una instantánea de la jornada deportiva, es ahora de dominio público.
“Todos nos hemos encontrado en situaciones en las que las normas nos juegan una mala pasada de forma inconsciente. Así es como funcionan las dichosas normas, son un viejo hábito. La diferencia ocurre cuando alguien tiene el coraje de pedir disculpas y de reflexionar. Creo que es precisamente esta idea con la que saldremos adelante y zanjaremos estas estructuras ya obsoletas. Gracias, príncipe Daniel, por tu coraje. Juntos lo lograremos”.
En Suecia acaba de suceder algo inusitado. El príncipe Daniel, esposo de la princesa heredera Victoria, se ha visto en la necesidad de pedir perdón a causa de unas palabras desafortunadas. Eso sí, el mea culpa ha tenido lugar en privado. Algunos piensan que la historia, de haber sido contada abiertamente por el protagonista, hubiera tenido un mayor calado social.