Carlota Casiraghi y Dimitri Rassam: la incógnita que todavía sigue en el aire

El 10 de enero se produjo una noticia insólita: el Principado de Mónaco emitía un comunicado desmintiendo la ruptura sentimental entre Carlota Casiraghi y Dimitri Rassam. Algo inusual, porque no son nada proclives a anunciar nada, salvo los nacimientos. Sin embargo, en esta ocasión decidieron romper esta regla no escrita para salir al paso de lo publicado por una conocida revista.

Una cosa quedaba clara en el comunicado, más allá de aportar ninguna información concreta salvo que la hija de Carolina de Mónaco y el productor cinematográfico seguían juntos: era un aviso a navegantes: "Teniendo en cuenta lo nocivo de este rumor para ellos mismos, sus hijos y sus personas próximas, ellos han pedido a un abogado que busque soluciones para emprender las acciones legales pertinentes, a ser posible, incluso de tipo penal".

La cuestión más importante que seguía quedando en el aire era si, tal como también se venía publicando, la boda seguía en pie. Porque publicaciones de reconocida solvencia apuntaban a que se había retrasado por el embarazo de Carlota, pero que una vez fuera madre era bastante probable que se produjera este 2019.

Lo cierto es que los rumores de una posible crisis ya venían de atrás y el propio Dimitri, hijo del malogrado productor de cine Jean Pierre Rassam y la que fuera chica Bond Carole Bouquet, había desmentido el año pasado al diario suizo 'Le Matin' que hubiera problemas en la pareja. Eso sí, tampoco es que se explayara en detalles: "Todo ha sido bonito y armonioso. No hay ningún problema", manifestaba el pasado otoño.

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En principio parece haber vía libre para este enlace, que de confirmarse sería el segundo de los Grimaldi este año, ya que también se casa Louis Doucruet con Marie Chevallier aunque tampoco hay fecha cerrada. Decimos que no hay impedimentos, porque Carlota nunca ha estado casada, ni siquiera con el padre de su hijo mayor, el actor marroquí afincado en Francia Gad Elmaleh, lo que nos hace pensar que para ella no es prioritario. Y tampoco los hay por parte de Dimitri, que ha alcanzado un notable prestigio como productor, sobre todo gracias a la película de animación 'El principito', por la que ganó el prestigioso premio César en Francia. Aunque no está muy claro cuándo se produjo, porque hay diferentes versiones, está divorciado de la modelo rusa Masha Novoselova, madre de su hija Daria.

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Ahora que el Principado ha dado un toque de atención a los medios de comunicación, al igual que ha hecho recientemente Rania de Jordania, con respecto a lo que se publica sobre el coste de sus estilismos, es bastante probable que publicaciones que se aventuraban a hacer afirmaciones no contrastadas al 100% se lo piensen dos veces. Antes de llegar a esta situación de tensar la cuerda entre los Grimaldi y los medios, se daba casi por hecho que la boda se iba a celebrar en la isla de Pantelleria, en Sicilia, a solo 70 kilómetros de Túnez y a 85 de Italia. Un lugar del que la pareja ya ha disfrutado en compañía de sus hijos hace algo más de un año, pues allí tiene una finca de unas doce hectáreas Carole Bouquet, en la que cultiva las uvas con las que fabrica su propio vino.

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Este privilegiado enclave es ideal para una boda acorde a la personalidad de Carlota Casiraghi, quien no se ha regido por los convencionalismos y que se alejaría de esta forma del boato del Principado. Escenario de la película 'Cegados por el sol', dirigida por el italiano Luca Guadagnino, artífice también de 'Call Me By Your Name', alcanzó cierta notoriedad internacional cuando trascendió que Armani se estaba construyendo una casa allí, pero también sucumbieron a sus encantos los escritores Truman Capote o Gabriel García Márquez.

El silencio de Carole Bouquet

Ahora mismo todo es mutismo lo que rodea a la pareja. No solo ellos guardan silencio (siempre lo han hecho), también Carole Bouquet, gran amiga de Carolina de Mónaco, quien el pasado otoño manifestaba su entusiasmo porque sus dos hijos la iban a hacer abuela casi en paralelo, Dimitri con Carlota y Louis (fruto de su pasada relación con el director de cine marsellés Francis Giacobetti) con la fotógrafa Charlotte Tarbouriech: "Me llena de una inmensa alegría, porque adoro estar rodeada de niños. Mis planes no está organizados en este momento en función de ello, pero cuando llegue, encontraré tiempo para estar con ellos. Lo que es divertido es que ahora tengo dos Carlotas en mi vida, porque la mujer de mi hijo Louis también se llama así".

Con esta nueva tranquilidad recuperada, una vez puesto el punto y final a los rumores, a golpe de comunicado, Carlota y Dimitri siguen viviendo en París, donde está la sede de la productora de él. Lo de la boda sigue siendo un misterio, igual que hace un año, cuando se daba por hecho que podría ser inminente.