Begoña Gómez y sus dos hijas visitan el Palacio Real en 'secreto' y a puerta cerrada

Oficialmente, Begoña Gómez ha pisado el Palacio Real en dos ocasiones como ‘primera dama’. Su debut fue el Día de la Hispanidad, cuando Pedro Sánchez y ella protagonizaron aquel error de protocolo al colocarse al lado de los Reyes en el besamanos; y la segunda tuvo lugar en noviembre, en la cena de Estado con motivo de la visita del presidente chino, una ocasión que nos sirvió para verla ‘competir’ en estilo con doña Letizia.

Sin embargo, Vanitatis tiene constancia en primicia de otra visita privada de Begoña a palacio para conocer un poco más su historia. Unos días antes del 12 de enero, los trabajadores de Patrimonio Nacional recibieron una importante llamada: en esa fecha, a las 16:30 horas, recibirían a tres visitantes de excepción y tenían que estar preparados. Dicho y hecho. A la hora estipulada del 12 de enero todos esperaban ya a la 'primera dama', quien acudió acompañada por sus dos hijas, Ainhoa y Carlota, aunque no a la hora acordada.

No fue hasta las 19:00 horas cuando un coche aparcó en la Plaza de Armas de palacio y de él se bajaron la mujer y las hijas de Pedro Sánchez, dispuestas a disfrutar de un tour guiado con total privacidad. Justo una hora antes, a las 18:00 horas, el edificio había echado el cierre a los turistas -siguiendo lo estipulado en el horario invernal-, por lo que ellas pudieron aprender más sobre la historia de los Borbones sin las miradas de los curiosos.

El tour consistió en un principio en la visita habitual que cualquier ciudadano puede realizar pagando la entrada. La escalera principal, la Sala de Columnas, el Salón del Trono -donde Begoña seguramente contaría a sus hijas sus experiencias con los Reyes-, el comedor de gala, la salita de Gasparini y un sinfín de estancias. Pero ser ‘primera dama’ tiene sus privilegios y Begoña y sus hijas pudieron adentrárse también en una de las alas ‘secretas’ de Palacio.

Nos referimos a las salas que se encuentran en la calle Bailén, que están cerradas al resto de los mortales. Entre ellas está el comedor de diario y la cámara en la que Felipe VI recibe las acreditaciones de los nuevos embajadores. Lo que no pudieron ver fue la exposición temporal, ahora dedicada a 'la mediación humanitaria' de Alfonso XIII en la Gran Guerra, ya que estaba cerrada. Puestos en contacto con Moncloa, dicen no tener más información de esta visita, ya que pertenece al ámbito privado de la familia del presidente.

Sea como fuere, lo que está claro es que a la 'primera dama' le gustó mucho la experiencia. Begoña se mostró en todo momento muy interesada en todo lo que contaba el guía, haciendo preguntas y explorando cada una de las salas. Madre e hijas abandonaron el palacio entrada la noche, sobre las 22:00 horas. Dieron las gracias y se despidieron. Un plan de chicas con un palacio para ellas solas... ¿Qué más se puede pedir?