La 'mala salud de hierro' de los Borbones: lesiones, operaciones y achaques

El pasado sábado, la infanta Pilar era ingresada de urgencia para ser operada de un problema intestinal. Salvo algunos problemas respiratorios y de artrosis propios de su edad, la duquesa de Badajoz se había librado, hasta ahora, de las lesiones y operaciones que son tónica habitual en sus dos hermanos, que tienen que ayudarse de muletas -en el caso del rey Juan Carlos- y silla de ruedas -en el caso de la infanta Margarita- para desplazarse.

Sin duda, el que se lleva la palma es don Juan Carlos. Sus delicados huesos le han dado problemas desde hace décadas. En 2010 empezó su particular periplo hospitalario cuando le fue extirpado un nódulo en el pulmón derecho. Pero han sido sus articulaciones, especialmente las rodillas y las caderas, las que han cobrado mayor protagonismo a lo largo de estos años.

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En 2011 tuvo lugar la primera intervención derivada de la artrosis, cuando le fue implantada una prótesis en la rodilla derecha. Pero fue un año después cuando tuvo lugar la operación más importante y no precisamente en el plano médico.

Don Juan Carlos se rompía la cadera durante un viaje privado a Botsuana para practicar la caza, acompañado de, entre otras personas, la princesa Corinna y su hijo. El motivo de su escapada y sus compañeros de viaje causaron tal revuelo mediático que el Rey se vio obligado a dar la cara con aquel famoso “lo siento, me he equivocado, no volverá a ocurrir” que dio la vuelta al mundo. Durante ese año y el siguiente, se sucedieron las entradas y salidas de los quirófanos, dándole un pequeño respiro hasta el año pasado, cuando ingresó de nuevo para que se le sustituyera una de sus prótesis.

Su hermana Margarita tampoco se escapa a las garras de la edad. Aparte de la ceguera que sufre de nacimiento, que no le ha impedido nunca hacer una vida normal, la duquesa de Soria también ha tenido muchos achaques relacionados con sus huesos y articulaciones. Desde 2001, los problemas en sus caderas han sido constantes, obligándola a utilizar una silla de ruedas para moverse. Pero, sin duda, el más grave tuvo lugar hace dos años, cuando se cayó en su casa y sufrió una dolorosa rotura de cadera por la que tuvo que ser operada. Afortunadamente y a pesar de su edad, la operación salió bien y tras una dura rehabilitación, la hermana menor del rey Juan Carlos recuperaba su vida.