Carla Vigo Ortiz, objetivo mediático en el aniversario de la muerte de su madre

Carla Vigo Ortiz es una chica de 18 años normal, algo tímida, sí, pero con las ideas muy claras y un amor enorme por su familia. Hoy hace 12 años que su madre, Érika Ortiz Rocasolano, murió y ella la recuerda, como dice, cada día. Por eso le sorprende que digan que se lleva mal con su tía, la reina Letizia, o con cualquier miembro de su familia. El triste aniversario llega en un momento complejo para ella. La han situado en el centro mediático y ella lo que quiere es labrarse una carrera como actriz por sus propios medios.

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Pero ser sobrina de la reina Letizia es una carga con la que debe lidiar a diario. Se ha dicho que ha dado una entrevista pero no es así. Lo desmiente su entorno más próximo. Desde su cuenta de Instagram, Vigo se comunica con quienes le preguntan y muchos son periodistas que quieren saber sobre su vida. De estas comunicaciones ha surgido la información que afirma que la joven ha dado una entrevista. Pero no ha sucedido así.

Algo que ha contado a algunos periodistas, a través de escuetos mensajes en las redes, es que le gustaría participar en el pregón del Orgullo Gay de Madrid, porque recuerda con mucho impacto cuando fue de pequeña con su padre. Es una defensora de los derechos de la comunidad LGTBI y considera que su apoyo al colectivo podría ser de gran ayuda. Pero es demasiado joven para enfrentarse a los medios.

Parca en palabras

Bajita, de voz dulce, carita de niña y parca en palabras, Carla Vigo todavía tiene un largo recorrido por delante, algo de lo que ella -y su familia- es consciente. Estudia en un instituto artístico cerca de Atocha, en Madrid, y vive en Aranjuez con su padre. Su relación con su tía es muy buena y se adoran mutuamente, aunque ya es mayor de edad y considera que no tiene por qué escuchar los consejos de nadie.

Se siente muy cercana a sus primas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, a quienes ha defendido en público en las redes en varias ocasiones. Con Telma y su hija Amanda tiene menos relación porque viven en Barcelona y se ven menos, aunque nadie falla nunca a la cita anual que organiza Jesús Ortiz en su casa para el día de Reyes, el seis de enero.

La sobrina de la Reina vive sometida a una presión mediática que le molesta. Cuando aparecieron unas imágenes de ella al salir del instituto se sintió incómoda y ahora, cuando sale de casa o se mueve por sus barrios, mira para ver si otea a algún paparazzi cerca. Sus amigos son su gran apoyo, con ellos sale y lo pasa bien, como cualquier chica de su edad. Le gusta el baile, la interpretación y también la fotografía, disciplina en la que acaba de estrenarse y que quiere perfeccionar.

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Es sin duda un personaje buscado y mediático. Pero por el momento tendremos que esperar un buen tiempo para verla y oírla. Debe centrarse en sus estudios y espera que algún día aparezca el papel de su vida. Y ese no será, deben saberlo, el de sobrina de la Reina.