Así, sí: Meghan Markle, elegante y sofisticada para una noche en el teatro

Primera y única aparición de Meghan Markle esta semana, que se está preparando para su próximo viaje oficial a Marruecos. Y la verdad es que este acto nos ha dejado con un buen sabor de boca tras varios deslices estilísticos de la duquesa de Sussex, quien parece que no acaba de encontrar su estilo premamá. Pero la noche de este martes ha sabido estar a la altura para una horas de ciencia y espectáculo.

Los duques se han desplazado hasta el Museo de Historia Natural para asistir a la representación de 'The Wider Earth' con motivo del 210 cumpleaños de Charles Darwin. Asimismo, han reconocido el trabajo del Queen's Commonwealth Trust, que conecta a jóvenes líderes que pretenden cambiar el mundo, y el Queen's Canopy, una asociación que quiere crear conciencia en la Commonwealth sobre el valor de los bosques indígenas y salvarlos para las generaciones futuras.

Pero vayamos ya a lo que nos gusta de verdad y es analizar el estilismo de Meghan. Como decíamos, últimamente la duquesa no está teniendo demasiado éxito con sus elecciones, pero esta noche hay que darle una tregua porque su look es elegante y sofisticado. La exactriz ha estrenado un vestido de cuello alto color crema de Calvin Klein de la colección Resort 2019. Quizás, si tuviéramos que ponerle una pega, sería su casi obsesión por ir siempre tan ajustada, pero esta vez tiene un pase.

Ha combinado el vestido con un abrigo también color crema de Amanda Wakeley que ya llevó antes, concretamente en el Día de la Commonwealth de 2018, en marzo del año pasado. Es decir, se trata de una prenda que no es para embarazadas, pero como la llevaba abierta, problema resuelto. Nos gusta que la duquesa no haya elegido el socorrido nude para los complementos y se haya atrevido con un verde militar, en este caso con unos salones y un clutch de ante de Ralph Lauren.

En cuanto al peinado, Meghan ha dicho adiós a los messy que tanto ha popularizado desde su compromiso oficial para dar un paso a una versión mucho más clásica: un moño italiano con el flequillo hacia un lado. Gracias al recogido hemos podido ver a la perfección los pendientes, de Vanessa Tugendhaft, en forma de trébol realizados en oro amarillo y diamantes.