Competición real: ahora Letizia, Meghan y Kate solo visten de blanco y sabemos por qué

Que Kate Middleton y Meghan Markle no se llevan demasiado bien es un hecho que a nadie se le escapa. Durante años, Kate fue la 'única chica' de la familia real británica y de repente el huracán irrumpió en Kensington, llevándose todo el protagonismo y acaparando las portadas de revistas de medio mundo. Y eso duele un poco. Sin embargo, en las últimas ocasiones hemos podido observar una extraña aproximación, no solo entre las cuñadas, sino también con la reina doña Letizia.

¿Sonríe más Kate en presencia de Meghan? ¿Juega Meghan con la princesa Charlotte? ¿Comparten confidencias en los actos sociales que las unen? No a todo. Lo que las ha unido ha sido la moda, concretamente el color blanco. Pero ¿por qué han elegido este color? Todo está en el subconsciente… o en la presión de la familia real británica.

En Occidente concebimos el blanco como el color de la transparencia, la inocencia y la pureza… Algo que encajaría a la perfección con el momento que atraviesa actualmente la familia real británica. El padre de Meghan Markle ha vuelto a ponerla en el ojo del huracán publicando una carta escrita por la propia duquesa de Sussex en la que esta le confesaba lo mal que se sentía por el estado de su relación. Si a esto le sumamos los constantes rumores sobre la mala relación entre Kate Middleton y Meghan Markle o la salida diaria de los asistentes de Kensington por el carácter de Meg, intentar limpiar la imagen de la monarquía inglesa es un must y el armario parece haberse convertido en el primer paso para lograrlo.

Por otro lado, durante su reciente visita a Marruecos, la reina doña Letizia sorprendió con este favorecedor diseño de Felipe Varela, de inspiración árabe en blanco, rematado con bordados y pedrería, algo alejado de su habitual estilo, pero que también podría interpretarse como una purificación de su imagen.

Pero el blanco puro y virginal no ha sido la única elección estilística de Meghan con la que ha pretendido (o no) mandar un mensaje a nuestro subconsciente. Los outfits elegidos por la duquesa de Sussex en las semanas siguientes a su boda con el príncipe Harry tenían algo en común: eran todos rosas, pero no un rosa cualquiera, sino un rosa empolvado. En el mundo de la cromatología, el rosa es el color del enamoramiento, de la dulzura y, en resumen, de todo lo que sentía Meghan Markle en aquel momento. Hasta tres conjuntos llegó a llevar de rosa empolvado y todos ellos le favorecían enormemente y sacaban la luz interior de la recién estrenada como duquesa.

Y si últimamente hemos visto a Meghan vistiendo de negro, también tiene una explicación. Y no, no es que se encuentre de luto emocional por la mala relación con su padre. De nuevo inconscientemente (o no), Markle se viste de negro o de azul marino cada vez que acude a un acto publico en favor de una organización benéfica o para eventos como el Día de los Caídos en la Segunda Guerra Mundial.