La infanta Margarita, un cumpleaños con setenta personas y sin Letizia

El próximo miércoles, la infanta Margarita cumple 80 años. No habrá fiesta sorpresa ni tampoco será multitudinaria. La tía de Felipe VI recibirá en su casa, como ha publicado la revista '¡Hola!'. Lo que hasta ahora no se sabía era que a la reunión festiva están convocados la familia directa y los amistades más íntimas de la anfitriona. No más de setenta personas, que son las que caben sin que el domicilio familiar parezca el camarote de los hermanos Marx.

En esta casa vive el matrimonio y María Zurita con su bebé. Cuentan que la llegada del nieto ha sido el mejor regalo para la infanta Margarita, que además se ocupa de él. No hay que olvidar que la duquesa de Soria es puericultora diplomada por la escuela Salus Infirmorum y muchas de sus amistades recuerdan el sexto sentido que siempre ha tenido. Aseguran que solo con oír el llanto intuía lo que les sucedia a los recién nacidos.

El ser invidente no le supuso una barrera para su desarrollo personal, familiar y público. Ahora, para su cumpleaños, se encargará directamente de la intendencia y de que todo esté a punto. Como en otras ocasiones, contratará un catering con los camareros de siempre, que saben de sus gustos. También se ha encargado de convocar a toda la familia, incluidos los Reyes titulares y los eméritos. Con seguridad acudirán don Juan Carlos, doña Sofia y posiblemente, si no hay cuestiones importantes que atender ese miércoles, don Felipe, que tiene debilidad por su tía Margot, que así es como la llaman.

Al ser una fiesta entre semana, la reina Letizia se quedará con sus niñas en casa. Una buena excusa para no interrumpir el día a día cotidiano de la heredera y su hermana. La relación con los primos de su marido no es fluida y de ahí que cada vez que hay una convocatoria de este tipo no acuda. No lo hizo cuando doña Pilar cumplió 80 años y lo celebró en su casa de Mallorca. En ese almuerzo, Felipe VI fue el acompañante de su madre, que a pesar de lo que a veces se ha dicho, tiene muy buena relación con sus cuñadas, las duquesas de Soria y Badajoz.

Cuando la infanta doña Pilar estuvo ingresada semanas atrás no quería que nadie la fuera a ver porque no se encontraba bien. Y así lo pidió a los amigos y también a los Reyes eméritos, que esos primeros días de hospitalización cumplieron con la petición de la enferma. Después sí acudieron y doña Sofia contaba la siguiente anécdota: "Pilar me ha dado las gracias por no ir los primeros días".

El próximo miércoles será un día feliz para la Infanta más querida y respetada y que tendrá por primera vez acompañándola para soplar las velas a Carlitos, el nieto querido.