Kate, la intrépida: ocho cosas que la duquesa ha hecho y Letizia no haría nunca
Los duques de Cambridge se encuentran de visita en Irlanda del Norte, donde Kate Middleton está dando la mejor versión de sí misma
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La visita de los duques de Cambridge a Irlanda del Norte está resultando ser toda una exhibición de las habilidades que tiene Kate Middleton. Hemos podido verla tirando una pinta de cerveza, participando en una carrera de canoas o jugando al fútbol con niños, enfundada en mallas y zapatillas de deporte. La duquesa de Cambridge muestra una faceta muy cercana y divertida, que a veces es muy de agradecer entre tanto protocolo y etiqueta, dos elementos de los que muy pocas veces veremos salirse a nuestra reina Letizia, más reacia a protagonizar este tipo de imágenes. ¿O alguien se la imagina sirviendo una cerveza o remando, con casco y chaleco salvavidas? Nosotros, desde luego, no.
Pero no es la única vez que Kate Middleton da una lección de cómo se puede ser toda una royal y aún así mimetizarse con el país que visita, implicarse al máximo con la gente y mostrar una cara más espontánea de lo habitual. Todos recordamos una curiosa imagen su primer viaje al extranjero, concretamente a Canadá, como duquesa de Cambridge, tres meses después de su boda con el príncipe Guillermo. Ella puso la presencia y la emoción por su primera visita al país. El sombrero típico canadiense, que también se colocó su marido, hizo el resto.
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Tres años despues, la duquesa de Cambridge protagonizaba otra envidiable imagen. Fue en 2014, durante su tour por Australia y Nueva Zelanda, en lo que significó el primer viaje oficial del príncipe George, nacido solo nueve meses antes. A su llegada a Nueva Zelanda, Kate fue recibida con el tradicional saludo maorí, denominado 'hongi'. Y parecía que estaba muy bien aleccionada, porque respondió al curioso saludo de forma efusiva y natural.
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La visita de los duques de Cambridge a India y Bután en abril de 2016 fue todo un despliegue de los encantos de ambos, vestidos y zapatos de Kate y fotografías curiosas, entre ellas el emblemático posado de la pareja frente al Taj Mahal. Aun con vestido y zapatos de cuña, la esposa del príncipe Guillermo se atrevió a estrenarse con el deporte nacional, el cricket, cogiendo el habitual bate y golpeando la pelota con todas sus ganas, ante los gritos de júbilo de sus acompañantes.
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Unas botas calentitas, gorro de lana con enorme pompón y un buen abrigo. Es todo lo que Kate Middleton necesitó para lanzarse a la pista de hielo, coger un stick y probar con el bandy, un estilo de hockey muy practicado en el país. Fue hace apenas un año, durante la visita oficial que los duques de Cambidge realizaron a Suecia, país en el que vimos a Kate lucir las más variadas prendas de abrigo sin perder su habitual estilo.
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Pero si se ha atrevido con el fútbol, el hockey el cricket o el remo, ¿por qué no con el baile? En septiembre de 2012, los duques de Cambridge realizaron una gira por la Polinesia y el Pacífico Sur, en representación de la reina Isabel. Fue en Tuvalu, una de las cuatro islas principales que foman la Polinesia, cuando pudimos ver a la Kate más rítmica y mimetizada con las mujeres locales, con el traje regional y realizando un baile al que también se sumó Guillermo.
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La visita de los duques de Cambridge a Irlanda del Norte está resultando ser toda una exhibición de las habilidades que tiene Kate Middleton. Hemos podido verla tirando una pinta de cerveza, participando en una carrera de canoas o jugando al fútbol con niños, enfundada en mallas y zapatillas de deporte. La duquesa de Cambridge muestra una faceta muy cercana y divertida, que a veces es muy de agradecer entre tanto protocolo y etiqueta, dos elementos de los que muy pocas veces veremos salirse a nuestra reina Letizia, más reacia a protagonizar este tipo de imágenes. ¿O alguien se la imagina sirviendo una cerveza o remando, con casco y chaleco salvavidas? Nosotros, desde luego, no.