El motivo real del retraso de Letizia que hizo esperar al príncipe Carlos

La gran anécdota de viaje exprés de la reina Letizia a Londres para inaugurar una exposición de Sorolla en la National Gallery fue su retraso, de casi 20 minutos, que hizo esperar al príncipe Carlos, conocido por su estricta puntualidad. Primero se habló de que fue el imposible tráfico de la capital británica lo que hizo que la Reina llegara tarde a su cita; sin embargo, ahora sabemos cuál fue la verdadera razón que provocó la tardanza de la esposa de Felipe VI.

Sí que es cierto que como cualquier día de la semana el tráfico estaba imposible en Londres, pero Letizia aterrizó en la ciudad con el suficiente tiempo para llegar puntual a su cita. Sin embargo, una vez se estaba acercando a la National Gallery la comitiva en la que iba empezó a dar vueltas por orden de la Policía Metroplotiana, algo que se hace hasta estar seguros de que la otra autoridad ya se encuentra en el lugar, tal como revela 'ABC'.

En este caso Letizia era la invitada, así que debía ser Carlos el que la recibiera en la pinacoteca. Vanitatis se ha puesto en contacto con Casa Real para saber más detalles acerca de la situación y confirma que la versión del citado periódico es la correcta, pero que ellos mismos no le dan mayor importancia. Parece pues que hubo un fallo de coordinación entre la Policía Metropolitana de Londres y Clarence House -la oficina del príncipe Carlos- y la comitiva de la Reina estuvo dando vueltas más de lo programado, lo que provocó este pequeño desajuste horario que se saldó con una disculpa de la Reina aludiendo al tráfico sin querer ahondar más en el asunto.

Un pequeño incidente que para nada enturbio un acto que destacó por la cordialidad existente entre doña Letizia y el heredero británico. Y es que nada más ver a su invitada, el príncipe se acercó a ella y le hizo el protocolario saludo que la Reina agradeció con una gran sonrisa, tal como puede verse en las imágenes. Y es que por sus gestos y su actitud se nota que estuvo a gusto en todo momento, olvidándose por completo del retraso.