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Máxima de Holanda, irreconocible en su último acto con su estilismo menos royal
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MÁS 'ORANGE' QUE NUNCA

Máxima de Holanda, irreconocible en su último acto con su estilismo menos royal

Fue la invitada de honor al 300 aniversario de la cerveza Bavaria con un paseo por las instalaciones, para el que se tuvo que colocar un poco estiloso uniforme de trabajo

Foto: La reina Máxima durante su visita a la fábrica de cerveza Bavaria. (Cordon Press)
La reina Máxima durante su visita a la fábrica de cerveza Bavaria. (Cordon Press)

Habituados a sus siempre impecables estilismos, la última imagen de la reina Máxima de Holanda nos ha dejado boquiabiertos. La argentina se dejaba este jueves el glamour en palacio para meterse en un uniforme de trabajo de lo más curioso. Eso sí, todo era por exigencias del guion, que en este caso era su último compromiso de la agenda, que retomaba este pasado lunes tras su reciente operación. La reina era la invitada de honor al 300 aniversario de la cerveza Bavaria, una de las más demandadas de Holanda y con gran expansión internacional.

Y antes de la celebración como tal, la reina Máxima fue invitada a un recorrido por las instalaciones de la fábrica, situada en Lieshout, al norte del país. Un lugar donde las medidas de higiene han de ser extremas, por lo que la esposa del rey Guillermo no dudó en enfundarse unos zapatos anatómicos, gafas especiales y una redecilla que le cubría completamente la melena rubia y que quiso ajustarse perfectamente a las patillas de las gafas, para que no hubiera la mínima posibilidad de que se escapara algún pelo. Por supuesto, también se colocó la bata propia de los trabajadores de la fábrica, en un llamativo naranja, un color muy nacional.

placeholder La reina Máxima durante su visita a la fábrica de cerveza Bavaria. (Cordon Press)
La reina Máxima durante su visita a la fábrica de cerveza Bavaria. (Cordon Press)

Eso sí, Máxima no tardó en volver a su habitual ser, y para la celebración se quitó la bata y lució tan impecable como siempre, con un vestido corto en azul noche con bordados metalizados y transparencias en la parte superior. Remató su atuendo con unos llamativos pendientes y uno de sus complementos fetiche, una pamela de ala ancha con la parte delantera levantada, un estilo de sombrero que le hemos visto en innumerables ocasiones. Volvieron a llamar la atención los altos tacones, que siguen sin ser el calzado más recomendable para una persona recién operada del pie, según aseguraron algunos medios holandeses sobre la misteriosa operación a la que se sometió hace unas semanas.

La reina holandesa dio el pistoletazo de salida a los actos relacionados con el tercer centenario de la casa, que comenzaron con la apertura de un enorme barril de cerveza. Máxima no dudó en aceptar una gran jarra que le ofrecían y no tuvo problema en probarla, tal y como hacía Kate Middleton hace unos días, durante la celebración de San Patricio. Una imagen que no es muy habitual ver en las royals, que no suelen dejarse ver comiendo o bebiendo.

placeholder La reina Máxima en la celebración del 300 aniversario de la cerveza Bavaria. (EFE)
La reina Máxima en la celebración del 300 aniversario de la cerveza Bavaria. (EFE)

Habituados a sus siempre impecables estilismos, la última imagen de la reina Máxima de Holanda nos ha dejado boquiabiertos. La argentina se dejaba este jueves el glamour en palacio para meterse en un uniforme de trabajo de lo más curioso. Eso sí, todo era por exigencias del guion, que en este caso era su último compromiso de la agenda, que retomaba este pasado lunes tras su reciente operación. La reina era la invitada de honor al 300 aniversario de la cerveza Bavaria, una de las más demandadas de Holanda y con gran expansión internacional.

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