Las mujeres y el trono de Japón: la opinión pública quiere que se cambie la ley
Ante la inminencia de la abdicación del actual emperador, empiezan a proliferar las encuestas sobre si las mujeres deberían acceder al trono
La inminente abdicación a finales de este mes del actuar emperador, Akihito, ha reabierto, por enésima vez, el debate sucesorio en Japón. Se trata de una las Casas Reales más antiguas del mundo, pero su futuro, por sus estrictas reglas, vuelve a estar en cuestión.
De momento, la sucesión está asegurada con Hisahito, de 12 años, sobrino del futuro emperador, Naruhito, quien se vería obligado a tener un hijo varón en el futuro si no quiere que la familia imperial se vea acorralada por sus estrictas leyes, vigentes desde 1947.
Estas normas impiden que las mujeres lleguen al Trono del Crisantemo, por lo que el camino para Aiko, la única hija de Naruhito y su mujer, Masako, está completamente cerrado. Y a tenor de los acontecimientos, no parece que a corto plazo pueda haber cambios significativos en este sentido.
Sin embargo, el hecho de que la ley esté así concebida no significa que no haya voces que no consideren que se trata de algo injusto y anacrónico. Algo que queda de manifiesto por la encuesta publicada por el diario 'Yomiuri Shimbun', que tiene una difusión de más de nueve millones de lectores diarios y unas ventas superiores al millón de ejemplares.
Considerado como uno de los medios más rentables del país, este periódico ha realizado una encuesta que ha determinado que al menos dos tercios de la población consultada estaría a favor de un cambio en la legislación para que las mujeres tuvieran los mismos derechos sucesorios que los hombres.
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Lo cierto es que en la milenaria historia de la familia imperial ha habido nada menos que ocho emperatrices, la última de ellas hace 250 años. Es más, consideran que son descendientes de la diosa Amaterasu, por lo que una gran parte de las personas encuestadas no comprenden por qué los sectores más tradicionalistas se siguen aferrando a esta ley.
Esta cuestión lleva en estudio mucho tiempo y se ha convertido en una patata caliente que se van pasando de unos a otros los distintos Gobiernos del país. Aunque se dice que después del 1 de mayo, tras la abdicación, se empezará a debatir sobre el asunto, lo cierto es que el Gobierno solo ha permitido a los hombres adultos de la familia imperial acudir a la ceremonia de abdicación. Un gesto que puede servir como indicio de lo que va a ocurrir a corto plazo. Aún así, habrá que ver hasta qué punto la opinión pública está dispuesta a presionar para que estos cambios lleguen.
De nuevo, se ha reabierto también el caso de Masako, cuya depresión muchos atribuyen al hecho de no haber sido madre de un varón que garantizara la sucesión. Hideto Tsuboi, profesor de Literatura Moderna Japonesa e Historia, manifiesta que esta circunstancia es el epítome de las diferencias entre la monarquía británica y la japonesa. El estudioso considera, según publica AFP, que la familia imperial "no disfruta de derechos humanos normales" por poner un excesivo énfasis en el sistema de sucesión, algo que no tienen que sufrir los Windsor.
La inminente abdicación a finales de este mes del actuar emperador, Akihito, ha reabierto, por enésima vez, el debate sucesorio en Japón. Se trata de una las Casas Reales más antiguas del mundo, pero su futuro, por sus estrictas reglas, vuelve a estar en cuestión.