Máxima, una 'cenicienta' moderna: de las alpargatas en la calle a la tiara en palacio

Un mes después de su último acto juntos, el rey Guillermo de Holanda y su esposa, la reina Máxima, han retomado su agenda conjunta este martes, presidiendo la cena de gala anual para el cuerpo diplomático instalado en el país. Además, ha sido la noche de los reencuentros, ya que también ha asistido la princesa Beatriz y su hermana, la princesa Margarita, con la que los reyes de Holanda llevaban sin coincidir en un acto oficial desde hace más de un año.

Una noche en la que la gala y las joyas reales compartieron protagonismo con algunas personalidades de la cultura y arte holandeses, disciplinas a la que estaba dedicada la velada.

Y como es costumbre en la familia real, Guillermo, Máxima y Beatriz han llegado al Palacio Real de Ámsterdam vestidos con ropa de calle, ya que lo habitual es que se pongan los atuendos de gala ya dentro de palacio. La argentina calzaba unas alpargatas de cuña, un calzado muy cómodo y apropiado para su recuperación tras la intervención quirúrgica a la que se sometió hace unas semanas para corregir un juanete. Aunque lo cierto es que Máxima no tardó en retomar su agenda y subirse a sus habituales tacones para sus actos oficiales, mostrando su estupendo estado de salud a pesar de la operación.

Y como si un hada madrina -y peluquero, estilista y maquillador- le hubiera dado un toque con su varita mágica, la reina pasaba del conjunto de lana verde de Jan Taminiau que le vimos a la llegada a un espectacular vestido asimétrico, en un blanco impoluto, que no pudimos ver hasta que los reyes de Holanda salieron del Palacio Real, una vez finalizada la cena. Un diseño que corresponde a Stella McCartney, que se estrena en el vestidor real. Máxima quiso lucir una de sus tiaras favoritas, así como de la reina Beatriz.

Se trata de la tiara de la reina Ana, una pieza histórica que data del siglo XVII. Confeccionada con diamantes y siete perlas, es de las pocas que ha pasado por la cabeza de todas las reinas y princesas de Holanda. La argentina remató su estilismo con un enorme broche que colocó en su hombro izquierdo.

La princesa Margarita salía unos minutos antes que los reyes, también con tiara y joyas familiares, que coronaban un diseño de Addy van den Krommenacker, compuesto de falda negra con enormes flores rosas y cuerpo de encaje, también en rosa. La tía materna del rey Guillermo escogió otra de las diademas del joyero familiar, la tiara de las margaritas, la misma que escogió su hermana Beatriz para su coronación y también lucida por Máxima el día de su boda.