Eduardo y Sophie de Inglaterra, un valor seguro (pero no siempre fue así)

Si ocupar el sexto lugar dentro de la Casa Real británica en número de compromisos oficiales en 2018 es un indicio de la importancia que tienen dentro de los Windsor, debemos considerar que Eduardo de Inglaterra y su mujer, Sophie, son dos de los valores más firmes de una monarquía que vuelve a vivir momentos un tanto convulsos después de una larga temporada de luna de miel con los medios de comunicación.

En unos meses en los que Meghan Markle se convirtió en el objetivo principal de los tabloides y un escándalo en ciernes en torno a los duques de Cambridge, que en el Reino Unido se ha apagado porque el príncipe Guillermo, a través de sus abogados, ha anunciado demandas a quienes insistan en el rumor de que habría sido infiel a su mujer, la figura de los condes de Wessex sigue impoluta, porque se han convertido en el epítome de la armonía.

Como decimos, son dos de los miembros más trabajadoras de una Familia Real más que acostumbrada a lidiar con el escándalo. Eduardo cumplió con 463 compromisos en 2018, más que la suma de los acometidos por Guillermo y Harry, y Sophie 238, pero, sin embargo, no reciben tanta publicidad como los de otros miembros de los Windsor que están por delante de Eduardo en la línea sucesoria. Por este motivo, algunas publicaciones sugieren que tendrían que tener una presencia más activa en redes sociales para que sus logros reciban la repercusión que merecen.

Aún así, últimamamente parece los medios anglosajones están prestando más atención a Sophie, a quien se puso como referencia para intentar un acercamiento entre Meghan Markle y la reina Isabel II, en el momento en el que la popularidad de la que fuera protagonista de la serie 'Suits' comenzaba a flaquear.

El escándalo de Sophie Rhys Jones

Se la consideraba como un gran ejemplo de cómo gestionar una crisis, porque ella misma protagonizó su propio escándalo y por una cuestión mucho más seria que los trapos sucios que la familia paterna de la duquesa de Sussex se empeña en airear cada cierto tiempo, posiblemente a cambio de cantidades significativas de dinero.

[LEE MÁS: Eduardo de Inglaterra cumple 55: rumores, rencillas y un matrimonio ejemplar]

Hay que recordar que al poco tiempo de casarse con el príncipe Eduardo cayó en una trampa de un reportero de 'News of the Wordl', que se hizo pasar por un potencial cliente para la empresa de relaciones para la que ella trabajaba en ese momento.

El aludido reportero grabó una comprometedora conversación en la que Sophie esgrimía los buenos contactos que tenía y no hablaba en los términos más adecuados de su suegra y de la abuela de su marido, la recordada reina madre. Tras este varapalo público, dejó de trabajar en 2002 y se dedicó exclusivamente a las labores relacionadas con la Casa Real y al cuidado de sus hijos.

Ahora, Sophie se ha ganado el favor de la opinión pública, gracias a su perseverancia y su constancia, y aquel episodio se ha convertido en una anécdota que sirve a los medios para enfatizar su sentido común y cómo supo enderezar su camino.

Eduardo de Inglaterra, que cumplió 55 años el pasado 10 de marzo, también ha dejado atrás las habladurías que afirmaban que era homosexual y ha consolidado una imagen de hombre familiar, comprometido y discreto.

El aludido reportero grabó una comprometedora conversación en la que Sophie esgrimía los buenos contactos que tenía y no hablaba en los términos más adecuados de su suegra y de la abuela de su marido, la recordada reina madre. Sin embargo, dejó de trabajar en 2002 y con perseverancia logró ganarse el favor de todos.