Isabel II cumple 93 con paso firme, pese a las polémicas de su marido y sus nietos

Podemos decir que en los últimos 12 meses, la reina Isabel II ha tenido que hacer frente a distintas situaciones familiares que, seguramente, para ella han sido engorrosas en comparación con otras miles de circunstancias personales a las que ha debido dar respuesta.

La reina británica, que cumple 93 este domingo, vivió años de gran zozobra por los divorcios de sus hijos, los príncipes Carlos, Andrés y Ana, los rumores que circulaban en torno al príncipe Eduardo, hasta que contrajo matrionio con Sophie Rhys-Jones (ahora condesa de Wessex), y, sobre todo, la trágica muerte de la que fuera su nuera, Diana de Gales, cuya sombra a día de hoy sigue siendo muy alargada (y objeto aún de numerosas teorías conspirativas).

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Nada ha hecho tambalear el reinado de Isabel II, quien sigue pisando fuerte en un escenario político muy complicado como el Brexit, por lo que el accidente de tráfico que tuvo recientemente su marido, el duque de Edimburgo, por el que, por fin, renunció a su carnet de conducir a los 97 años para evitar consecuencias mayores, se queda en una anécodota.

Tampoco parece haber mostrado preocupación alguna por el aire de controversia que ha traído aparejado Meghan Markle, mujer del que fuera su nieto más díscolo, el príncipe Harry, convertido ahora en un inminente padre de familia, ni mucho menos por los rumores de infidelidad de su nieto Guillermo, que ha atajado con la amenaza de tomar medidas legales contra cualquier medio que alimente esas especulaciones.

Isabel II sigue al frente de la monarquía, ya con su marido, también con un largo historial de controversias a sus espaldas, oficialmente retirado de la vida pública. Su salud sigue siendo excelente y no hay visos de que pretenda abdicar en su hijo mayor, el príncipe Carlos, ahora felizmente casado con Camilla Parker-Bowles, la otra mujer que más quebraderos de cabeza le ha dado después de Diana de Gales.