Luis Alfonso de Borbón y los Reyes eméritos: la imagen de su encuentro en Luxemburgo

El funeral de Estado del gran duque Jean de Luxemburgo, que tuvo lugar este sábado 4 de mayo en la catedral de Notre Dame del Gran Ducado y al que asistieron un gran número de representantes de las Casas Reales europeas, así como mandatarios internacionales, ha sido el escenario de un encuentro que nadie pudo presenciar, ya que se produjo dentro de los muros del templo: el producido entre los Reyes eméritos, la reina Sofía y el rey Juan Carlos, y Luis Alfonso de Borbón, hijo de Carmen Martínez-Bordiú y Alfonso de Borbón, así como nieto de Franco.

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Desde que comenzaran los planes del Gobierno por exhumar los restos de Franco y trasladarlo del Valle de los Caídos, los rumores de un distanciamiento entre Luis Alfonso de Borbón y su tío, el rey Juan Carlos, aumentaron.

Luis Alfonso de Borbón, en unas declaraciones realizadas en 'La Razón', aseguró que su abuelo descansaba en el Valle de los Caídos a petición del Rey emérito: "Don Juan Carlos se lo pidió a mi bisabuela", dijo. El mismo Rey emérito, a quien Luis Alfonso recordó en ese mismo medio que era quien era gracias a Franco: "Cuando se ataca a Franco, se ataca a mi familia, a media España y también a la monarquía que instauró", declaró.

Muchos interpretaron estas palabras como un reproche al Rey emérito y una clara evidencia de su malestar con Casa Real por no defender los intereses de su familia.

No era esta la primera vez que se intuían fricciones entre Luis Alfonso de Borbón y Casa Real. Cuando el hijo de Carmen Martínez-Bordiú contrajo matrimonio con Margarita Vargas en Santo Domingo, envió invitaciones a Casa Real. En ellas se presentó como Alteza Real y duque de Anjou. Ningún miembro de la Casa Real española acudió a la boda. Se dijo que el Rey emérito se molestó con el hecho de que Luis Alfonso de Borbón utilizara ese título para referirse a sí mismo y que creía que no le correspondía.

Distanciamiento o no, lo cierto es que Luis Alfonso de Borbón, el rey Juan Carlos y la reina Sofía se encontraron en Luxemburgo. En la imagen que retrata este momento, podemos ver a una Sofía cariñosa que sonríe a Luis Alfonso con afabilidad y le sujeta del brazo con cariño. Más distanciado, don Juan Carlos también sonríe al hijo de Carmen Martínez-Bordiú y este devuelve el gesto.

No parece que exista tensión entre los tres, pero lo cierto es que siempre que se ha dicho que la habido nunca la han demostrado en público. Quizás no era este, un funeral de Estado, un momento para demostrar desprecios.