El guardián de los secretos de doña Letizia: su entrenador personal

Antes, la corte de las reinas estaba formada en su mayor parte por damas de la nobleza que la acompañaban en sus actividades y ejercían de guardia pretoriana. Pero la monarquía también se ha modernizado en eso, al menos en lo que a nuestra Reina se refiere. El equipo de colaboradores de doña Letizia está formado por un reducido grupo de profesionales salidos del mundo civil (exceptuando a su mano derecha, el general José Manuel Zuleta). Algunos de sus nombres son conocidos, como Luz Valero, la peluquera de la Reina, o Eva Fernández, su estilista. Otros, como su costurera o la persona que visita el Pabellón del Príncipe diariamente para entrenarla, son a día de hoy un misterio.

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Lo desvela la revista 'Diez Minutos'. Letizia tiene un entrenador personal que acude a diario al palacete de los Reyes en El Pardo. "Solo falta cuando las obligaciones de la Reina se lo impiden". Según la publicación, entrenan en el gimnasio particular de la familia, al parecer distinto del de los empleados. El preparador ha diseñado una rutina para doña Letizia que consiste en hacer sesiones de pesas y ejercicios de cardio para tonificar, probar cosas nuevas como el boxeo y, cuando hace buen tiempo, salir a correr por la frondosa finca de Zarzuela.

Según la revista, de toda su rutina física, con lo que más disfruta la Reina es con sus clases de zumba y con el yoga Inyegar, al que "está enganchada". Gracias a todo este ejercicio físico, doña Letizia luce un cuerpo envidiable a sus 46 años. Perfectamente musculado, sin una gota de grasa y recorrido única y exclusivamente por la fibra. Su constitución ha cambiado en estos años, desde que se convirtió en la esposa del rey Felipe. Siempre ha sido muy delgada, pero su musculatura se ha desarrollado sensiblemente en los últimos tiempos.

Al ejercicio físico, la Reina suma una dieta estricta que mezcla los valores de la dieta mediterránea con los de la dieta Perricone. Según la revista, en el Pabellón del Príncipe están prohibidos la bollería industrial y en general cualquier alimento procesado. "Incluso se miran los azúcares que contienen conservas como el tomate frito y cualquier condimento elaborado tipo soja. No toma café ni pan ni bebidas gaseosas o azucaradas. Las legumbres o el arroz tampoco forman parte de su dieta".

Y, por supuesto, cuando todo lo demás falla porque la edad no perdona, la Reina no tiene problemas en acudir a los tratamientos estéticos que, al parecer, le realizan en su propia residencia. Le gustan los retoques sutiles y solo ha recurrido a la cirugía estética en una ocasión. Para el maquillaje, prefiere la cosmética orgánica.