Marta Luisa, en el punto de mira: tildada de aprovechada y toque de atención de Haakon

Cuando en 2007 la princesa Marta Luisa de Noruega afirmó que era clarividente y que hablaba con los ángeles, las críticas y burlas cayeron sobre ella como un torrencial. Lejos de acomplejarse, decidió crear una 'universidad divina' para enseñar sus dotes y que todos los potenciales alumnos pudieran lograr comunicarse con seres del más allá.

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Por supuesto, el curso impartido no era gratuito. Por aquel entonces, ya solo por la inscripción se debían pagar más de 2.000 dólares. En 2017, Marta Luisa de Noruega declaró que era "altamente sensible". La princesa ha escrito un libro en el que habla sobre este tipo de personalidad (caracterizada por un sistema nervioso muy sensible y una gran empatía con los demás), que se ha convertido en éxito de ventas en su país.

Ahora, tras dar a conocer su relación con el chamán Durek Verret, todos los ojos se han vuelto a posar sobre ella.

Juntos realizan giras. Bajo el nombre 'La princesa y el chamán', la pareja ofrece charlas (muy bien remuneradas).

Todo esto ha generado muchas críticas alrededor de la figura de Marta Luisa, acusada por muchos de aprovecharse de su título de princesa para lucrarse.

Durek asegura, entre otras cosas, comunicarse con fantasmas, predecir el futuro y curar enfermedades. Su supuesto don cuenta con miles de seguidores en Los Ángeles, pero a muchos noruegos el tándem Marta Luisa y su chamán les suena a estafa.

En una reciente entrevista, ella ha declarado que "hace mucho tiempo que no me importa lo que piensen los demás". La hija del rey Harald de Noruega se pone el chubasquero y sigue adelante con su vida, asegurando que tiene siempre muy presente el consejo que su padre le dio una vez: "Sé fiel a ti misma".

El revuelo está siendo cada vez mayor. Tanto que el príncipe heredero de Noruega, Haakon, ha tenido que salir al paso. En unas declaraciones realizadas a la emisora ​​noruega NRK ha dicho: "Seguimos de cerca lo que se dice y escribe. Lo que queremos es un diálogo con mi hermana, especialmente sobre el uso comercial de su título".

Mientras tanto, Marta Luisa parece seguir centrada en lo que le dicta su corazón sin que le preocupe demasiado en qué posición está dejando a su familia. "Mis padres son personas muy modernas. Cuando a mi padre no le permitieron casarse con mi madre (porque ella era 'solo' la hija de un comerciante), esperó nueve años por ella. Fue el primer rey de Noruega que no hizo lo que se esperaba de él. Puede que no siempre esté de acuerdo con lo que hago, pero estoy seguro de que me ama".