Corinna ya no es princesa: su exmarido ya se ha casado

El príncipe Casimir zu Sayn-Wittgenstein-Sayn, o lo que es lo mismo, el exmarido de Corinna Larsen, se ha casado esta mañana en el Castillo de Sayn, propiedad de su familia desde hace más de 400 años. Una boda que 'escocerá' especialmente a la que fuera 'amiga entrañable' del rey Juan Carlos, ya que, aunque se ha resistido a dejar de usar su título de Princesa, por más que su exfamilia política renegara de ella, ahora no tendrá más remedio, puesto que solo hay una princesa zu Sayn-Wittgenstein-Sayn, y es Alana Bunte, la modelo norteamericana a la que Casimir ha hecho su esposa.

Tras el sí quiero, los novios se han paseado por el pueblo para recibir las felicitaciones de los vecinos,que consideran a los Sayn-Wittgenstein-Sayn su Familia Real, a pesar de que Alemania es un país republicano. Muchos han sido los que han compartido fotos de los recién casados en sus redes sociales, desvelando entonces el secreto mejor guardado de toda boda, el vestido de la novia.

La modelo, que tiene orígenes colombianos, ha optado por un vestido minimal de corte clásico con cola, realizado en tafetán de seda, con cuello redondo y manga larga. Un diseño muy sencillo que daba el protagonismo a los complementos. Alana Bunte no se ha olvidado del velo, elaborado en encaje de chantilly y que nacía en la parte alta del moño, como tampoco de la tiara, un elemento distintivo de las novias reales. Los stilettos blancos, del mismo tejido que el vestido, y el ramo, de tamaño mediano y compuesto por paniculata, flor de campanilla, rosas blancas y ramas de olivo, completaban el impecable look.

Aunque ya estaba completamente borrada de la vida de los Sayn-Wittgenstein-Sayn y de su árbol genealógico, esta boda hace que Corinna sea solo la madre del primer hijo de Casimir. El enlace se une además a la despedida de don Juan Carlos de la vida institucional, una decisión que tendrá su foto final este domingo en Aranjuez y con la que Corinna será ya solo un mal recuerdo en la vida de la Familia Real.