Es noticia
Menú
Un vestido irlandés, un 'huevo esmeralda' y otros detalles del look de gala de Máxima
  1. Casas Reales
VISITA DE ESTADO A IRLANDA

Un vestido irlandés, un 'huevo esmeralda' y otros detalles del look de gala de Máxima

Para la cena de Estado, Máxima optó por el color verde con un vestido del diseñador holandés Jan Taminiau

Foto: Visita de Estado a Irlanda de Guillermo y Máxima de Holanda. (Cordon Press)
Visita de Estado a Irlanda de Guillermo y Máxima de Holanda. (Cordon Press)

Los reyes de Holanda se encuentran en Irlanda, donde este miércoles daban comienzo a una visita de Estado de tres días de duración. La primera jornada es siempre la más interesante porque aparte de la ceremonia de bienvenida -Máxima estuvo espectacular, pero lo hablamos más abajo-, está la gran cena de gala, donde las royals desempolvan sus mejores vestidos y joyas. Siguiendo "el ejemplo impagable de doña Sofía", Letizia no lleva tiaras cuando visita una república; sin embargo, ya sabemos cómo es Máxima, quien no pierde la ocasión de coronar su cabeza con una impresionante alhaja de los Orange. Olé por ella.

Y es que si algo caracteriza a la argentina es que se toma muy en serio su papel de reina y así lo demostró la noche de este miércoles en el banquete que el presidente Michael D. Higgins y su esposa, Sabina Higgins, ofrecieron en su honor en el Palacio Presidencial de Dublín. Y como reina que es, no dejó ningún detalle al azar y quiso rendir homenaje al país en el que se encontraba con su look. ¿Cómo lo hizo? Pues vistiéndose de verde, el color emblema de Irlanda, ya que se la considera la isla esmeralda por sus amplios paisajes verdes. Un bonito gesto.

placeholder Visita de Estado a Irlanda de Guillermo y Máxima de Holanda. (Cordon Press)
Visita de Estado a Irlanda de Guillermo y Máxima de Holanda. (Cordon Press)

Máxima recuperó un vestido verde aguamarina realizado en encaje, con escote barco y aplicaciones de pétalos y hojas 3D a lo largo del diseño. Lo firma Jan Taminiau, el diseñador holandés que la vistió en la investidura de su marido. Lo estrenó en la fiesta privada de la gran boda griega de Filippos Lemos y Marianna Goulandris celebrada en Londres en febrero de 2017, de la que se filtraron imágenes de la reina luciendo esta creación; sin embargo, no vimos el vestido de forma oficial hasta unos meses después, concretamente en octubre, cuando lo eligió para su cena de gala con motivo de su visita de Estado a Portugal.

El 'huevo esmeralda'

Como ya hizo aquella noche en Lisboa, Máxima coronó su cabeza con la tiara de esmeraldas realizada en 1896 para la reina Guillermina, la bisabuela de Guillermo Alejandro. La diadema representa cintas de diamantes enrolladas que se suceden con esmeraldas. Forma parte de un conjunto compuesto por joyas desmontables que la reina combina a su antojo. Siguiendo la pauta lusa, lució la gargantilla y le añadió uno de los broches del que pendía un colgante conocido como el 'huevo esmeralda'. También llevaba los pendientes de la parure en su forma larga, las dos pulseras y el anillo a juego. Sin duda, un look efectivo y muy regio.

placeholder Visita de Estado a Irlanda de Guillermo y Máxima de Holanda. (Cordon Press)
Visita de Estado a Irlanda de Guillermo y Máxima de Holanda. (Cordon Press)

Pero vayamos ya a hablar del estilismo elegido por la reina para sus primeras horas en Irlanda, ceremonia de bienvenida incluida. Y es que Máxima impactó con un vestido joya que recordaremos durante mucho tiempo. ¿El motivo? El diseño, del danés Claes Iversen, lleva todas las mangas repletas de brazaletes inspirados en los aros de oro que las mujeres de la tribu africana ndebele llevan alrededor del cuello. Una opción rompedora que a Máxima le sentaba como un guante. Completó su outfit con salones de Gianvito Rossi, cartera de mano dorada de Begum Khan y un tocado pillbox.

placeholder El look matutino de Máxima en Irlanda. (EFE)
El look matutino de Máxima en Irlanda. (EFE)

Los reyes de Holanda se encuentran en Irlanda, donde este miércoles daban comienzo a una visita de Estado de tres días de duración. La primera jornada es siempre la más interesante porque aparte de la ceremonia de bienvenida -Máxima estuvo espectacular, pero lo hablamos más abajo-, está la gran cena de gala, donde las royals desempolvan sus mejores vestidos y joyas. Siguiendo "el ejemplo impagable de doña Sofía", Letizia no lleva tiaras cuando visita una república; sin embargo, ya sabemos cómo es Máxima, quien no pierde la ocasión de coronar su cabeza con una impresionante alhaja de los Orange. Olé por ella.

El redactor recomienda