El espectacular cambio físico de la gran duquesa María Teresa de Luxemburgo

La familia gran ducal de Luxemburgo celebraba este fin de semana la Fiesta Nacional de su país y, como es habitual, todos los miembros del clan se echaron a las calles para festejar tan señalada fecha. Todos menos la princesa Claire, esposa de Felix, quien causó baja por motivos que se desconocen. La jornada empezó con un 'Te Deum' en la catedral y terminó con una cena de gala en el Palacio Real en la que la gran protagonista fue María Teresa, robándoles la atención de los focos a su nuera Stèphanie y su hija, Alexandra.

La gran duquesa está mejor que nunca. A sus 63 años, la cubana ha experimentado un gran cambio físico y está de lo más rejuvenecida. María Teresa siempre había tenido en la báscula a su peor enemigo y ella misma lo ha contado. Cuando se casó con Enrique, la joven lucía una esbelta figura y una cintura casi de avispa, pero con el paso de los años fue ganando algunos kilitos que la traían de cabeza y de los que hablaba sin pudor; sin embargo, María Teresa ha sufrido una gran metamorfosis en estos últimos meses y ahora parece una mujer nueva.

Empezando por su cuerpo. Y es que ha conseguido deshacerse de esos kilos que la preocupaban y ahora luce una silueta más delgada. A eso debemos sumarle el cambio de peinado, mucho más moderno y actual. María Teresa se despedía de su media melena y optaba por un corte a lo garçon -al estilo del que llevaba Charlène de Mónaco- muy a la última, que normalmente peina hacia atrás con un efecto mojado y un tanto desenfadado.

Pero la gran duquesa ha tenido algún que otro aliado para mostrar esta imagen tan rejuvenecida y es el bisturí. Así lo afirma el doctor Moisés Amselem, quien nos explica que es más que probable que María Teresa "se haya sometido a una blefaroplastia superior e inferior -es una cirugía de los párpados- y una liposucción de papada" para lucir más joven.

También se ha servido de tratamientos estéticos para lucir ese rostro tan juvenil. "Creo que lleva hilos tensores en el tercio medio y el tercio inferior del rostro y, por supuesto, bótox en tercio superior para mitigar arrugas de expresión en la frente, el entrecejo y las patas de gallo. Para mi gusto, le había faltado tratar la flacidez del cuello combinando hidroxiapatita cálcica", nos confiesa el doctor Amselem.

No debemos olvidarnos en esta operación de rejuvenecimiento del vestuario. La gran duquesa se atreve ahora con estilismos mucho más arriesgados y confía en firmas tan interesantes como Carolina Herrera -una de las favoritas de la reina Letizia- o Paule Ka, dejándonos con looks de sobresaliente.