Carlota Casiraghi siguió el ejemplo de Pilar Rubio y Belén Esteban en su boda religiosa

La boda religiosa de Carlota Casiraghi fue toda una sorpresa, porque una vez celebrado el enlace civil, nada hacía presagiar que fuera a dar este paso con Dimitri Rassam. La clave, sin duda, fue la discreción y la confidencialidad del acontecimiento.

Hasta el último momento, los invitados no supieron la localización del enlace y, por supuesto, nadie filtró que iba a tener lugar este acontecimiento el pasado 29 de junio. La nieta de Grace Kelly y el productor cinematográfico francés se unieron ante el altar de la abadía de Sainte-Marie de Pierredon, a las afueras de Saint-Rémy-de Provence y, de igual manera que no se conocía el emplazamiento, también se mantuvo en secreto el lugar del banquete nupcial.

Más allá de esta logística, que les funcionó a la perfección, había un pequeño detalle que se debía controlar para evitar los errores que habían cometido en el enlace civil. Al igual que Pilar Rubio y Belén Esteban, requisaron los móviles para que no se difundieran fotografías ni vídeos, en su caso ni de la ceremonia religiosa ni de su posterior celebración.

Así lo ha desvelado 'Point de Vue' en su edición de papel que ha salido a la venta este 3 de julio, se organizó una consigna improvisada para que todos y cada uno de los invitados, sin excepción, dejaran sus teléfonos móviles.

De hecho, su prima Pauline Ducruet compartió en sus stories de Instagram imágenes de su llegada al enlace y a continuación se le pidió que dejara en la mencionada consigna su dispositivo móvil.

La mencionada publicación francesa, un medio de referencia para todos los monárquicos del país, cita como fuente a un allegado de los novios que asegura: "Como no había móviles, nadie estuvo interpretando un papel y estuvimos realmente juntos. Fue algo muy auténtico. Fue toda una boda principesca porque fue de una simplicidad perfecta".

En el caso de Carlota, no ha habido ningún paparazzo en una grúa, ni hackers ni polémicas con los invitados, como ha ocurrido en el enlace de Belén Esteban. Tampoco se filtraron detalles como el parque de atracciones de la finca donde se casaron Pilar Rubio y Sergio Ramos, algo que, como ella misma reconocía, "era imposible de ocultar, porque se veía desde doscientos metros".