La amistad con un guardaespaldas, detrás del polémico divorcio de Haya de Jordania
Empiezan a surgir versiones alternativas sobre la ruptura de la princesa con el emir de Dubái. Una apunta a su relación "inapropiadamente íntima" con un miembro de su equipo de seguridad
A estas alturas, todo el mundo sabe que el divorcio de Haya de Jordania y el emir de Dubái no va a ser fácil. Hasta ahora, el emirato había permanecido en silencio y algo estupefacto ante la repercusión internacional de la huida de la princesa Haya para refugiarse en Londres de sus desavenencias conyugales. Pero en la prensa inglesa ha empezado a asomar la artillería y los argumentos de unos y otros se desmenuzan sin compasión.
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Según el 'Daily Mail', la princesa jordana salió del emirato después de que su marido multimillonario se mostrara especialmente preocupado (un eufemismo de celoso) ante la creciente amistad de su esposa y un guardaespaldas de origen británico. Según los amigos de Haya, la princesa llegó a "temer por su vida" al ver cómo esa obsesión de su esposo se tornaba cada vez más monstruosa. Las mismas fuentes señalan que no había infidelidad y que los celos eran, en este caso, infundados.
El 'Times' revela que la princesa Haya tuvo diversas atenciones con esta persona de su equipo de seguridad. Le dio regalos y en general tuvo una actitud "inapropiadamente íntima" con el guardaespaldas. Esta teoría además parece refutarse tras el sentido poema que compartió el jeque Mohammed bin Rashid Al Maktoum en su cuenta de Instagram en el que hablaba de una "traición": "Traicionaste la confianza más preciada y tu juego ha sido revelado".
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El guardaespaldas forma parte de la plantilla de la empresa de seguridad UK Mission Enterprise, que de momento no ha querido hacer declaraciones al respecto. Mientras, la princesa Haya y sus dos hijos permanecen escondidos en su mansión de Kensington Palace. Su marido, uno de los hombres más ricos del mundo, está intentando obtener una orden judicial para recuperar a sus hijos y llevarlos de vuelta a Dubái.
El secuestro de Latifa
Tanto la princesa como el emir son amigos personales de la reina Isabel, lo que propicia los temores de que Su Majestad se vea salpicada de alguna manera en el que promete ser el divorcio del siglo en Gran Bretaña. Al parecer, la princesa llevaba un tiempo preparando su marcha, puede que por los celos de su marido o puede que por su implicación en el caso del secuestro de la princesa Latifa, una de los 23 hijos del emir, que huyó del emirato para ser devuelta poco después en circunstancias aún poco claras.
Hervé Jaubert, un sexagenario exespía francés que conoce bien Dubái, señala que la ruptura se produjo poco después de la Nochevieja pasada, cuando la princesa puso su prestigio al servicio del emir. Para sacarle de un apuro “se vio obligada a mentir descaradamente”, añade en conversación con Vanitatis. “Sospecho que está arrepentida”. El 'apuro' al que alude Jaubert es el secuestro, en marzo de 2018, en aguas territoriales indias, de la princesa Latifa Al Maktoum, de 34 años. Las fuerzas especiales de los Emiratos asaltaron el Nostromo, el velero con pabellón estadounidense en el que el exespía había recogido, en la costa de Omán, a esta joven empeñada desde los 16 años –cuando llevó a cabo su primer intento- en desertar de la corte de Dubái.
La princesa Haya de Jordania se encargó de la campaña de imagen posterior para 'justificar' el secuestro. "La princesa Haya es, con toda probabilidad, una víctima y un testigo", señala Radha Stirling, responsable de Detained in Dubai, una ONG que apoya a los presos de ese emirato, especialmente a las mujeres.
A estas alturas, todo el mundo sabe que el divorcio de Haya de Jordania y el emir de Dubái no va a ser fácil. Hasta ahora, el emirato había permanecido en silencio y algo estupefacto ante la repercusión internacional de la huida de la princesa Haya para refugiarse en Londres de sus desavenencias conyugales. Pero en la prensa inglesa ha empezado a asomar la artillería y los argumentos de unos y otros se desmenuzan sin compasión.