Meghan vuelve a liarla: su última (e incomprensible) petición en Wimbledon
Una información exclusiva del 'Express' desvela más detalles sobre la última aparición de la duquesa de Sussex en Wimbledon, rodeada de público y medios acreditados
Cuando aún colea la polémica sobre la costosa reforma de Frogmore Cottage y los ánimos están más que encendidos por el hermetismo en torno al bautizo de Archie, llega un nuevo lío protagonizado por Meghan Markle. Creíamos que se habían analizado ya absolutamente todos los detalles de su última aparición pública, el pasado jueves en Wimbledon: el look, la actitud, su compañía... Pero este martes, el británico 'Daily Express' ofrece una información exclusiva, cuando menos controvertida: los guardaespaldas de la duquesa de Sussex pidieron al público del partido de tenis que no le tomaran fotos mientras estaba en las gradas.
Una petición que respondía, según algunos testigos, a que la presencia de Meghan Markle en Wimbledon era a título privado, no oficial. Pero, claro, teniendo en cuenta que es un sitio público, con más de un centenar de medios acreditados para cubrir no solo los partidos en sí, sino también las caras conocidas que se dejan caer por las gradas, resulta bastante incomprensible. Además, dada su anterior profesión, está más que acostumbrada a que las miradas la sigan esté donde esté y más en un evento del que se convirtió en la gran protagonista.
El 'Express' ha podido hablar incluso con una espectadora, testigo de esta petición: "Es otro ejemplo de una estupidez de control. Creo que incluso el guardaespaldas estaba bastante avergonzado. Parecía un poco desconcertado porque se le pidiera que hiciera tal solicitud. Le dije que era una locura, puesto que estaba en un evento público de alto perfil".
Y ahora es cuando viene el problema, ya que no está claro quién fue el responsable de esta petición. Aunque la testigo da por seguro que fue por decisión de Meghan, una fuente de palacio responsabiliza al personal de seguridad: "No es raro que las personas que acompañan a los miembros de la familia real en eventos privados o públicos pidan al público que no tome fotografías". Así pues, queda en el aire la duda de si Meghan Markle era ajena a la petición que estaba realizando su equipo a los espectadores o fue ella misma quien tuvo la iniciativa. Una mala decisión que solo sirve para encender los ánimos de los británicos.
Cuando aún colea la polémica sobre la costosa reforma de Frogmore Cottage y los ánimos están más que encendidos por el hermetismo en torno al bautizo de Archie, llega un nuevo lío protagonizado por Meghan Markle. Creíamos que se habían analizado ya absolutamente todos los detalles de su última aparición pública, el pasado jueves en Wimbledon: el look, la actitud, su compañía... Pero este martes, el británico 'Daily Express' ofrece una información exclusiva, cuando menos controvertida: los guardaespaldas de la duquesa de Sussex pidieron al público del partido de tenis que no le tomaran fotos mientras estaba en las gradas.