Máxima estrena avión privado... ¿Es mejor o peor que el de la reina Letizia o Isabel II?

Si hace unos días Guillermo y Máxima de Holanda nos enseñaban el resultado de las reformas de su residencia oficial, Huis ten Bosch, ahora también hemos conocido hasta el último detalle del avión en el que viajarán para actos oficiales en el extranjero, especialmente cuando se trate de distancias muy largas o vuelos transoceánicos. Pero, a diferencia del palacio, la aeronave no es de uso exclusivo y privado, ya que también está destinada a trasladar tanto al primer ministro como al equipo de Gobierno.

Fue el pasado fin de semana cuando se presentó el avión en la base aérea de Woensdrecht, donde pudo comprobarse en qué se han empleado los 80 millones de euros de su coste. Pero lo cierto es que no le falta detalle: cómodos asientos convertibles en cama, últimas tecnologías de audio y vídeo, salas de reuniones, baño completo con ducha, armarios... Todos los elementos para hacer que un viaje no solo sea una travesía lo más cómoda posible, sino también un espacio de trabajo para así aprovechar las largas horas de vuelo.

Ahora bien, además de su funcionalidad, parece que el toque Máxima también ha sido incluido, puesto a sus gustos personales responden ciertos elementos de la decoración, como los cojines con motivos holandeses, las mantas en un color tan nacional como el naranja, los artículos de aseo -de la marca Rituals- o los neceseres, firmados por un nombre que seguro que les suena: Jan Taminiau, responsable de algunos de los estilismos más icónicos de la argentina. Y por supuesto, también el rey Guillermo ha tenido cierta influencia a la hora de elegir la compañía aérea para su mantenimiento y la disposición de tripulación. Será KLM, la empresa holandesa en la que el monarca tiene permitido pilotar un Boeing 737, el mismo modelo del que hablamos.

Los 'altos vuelos' de los royals

Felipe y Letizia: Lógicamente, Guillermo y Máxima no son los únicos reyes europeos que tienen un avión de las fuerzas aéreas nacionales prácticamente a su disposición. También es el caso de los Reyes de España, quienes utilizan los Airbus A310 de las fuerzas aéreas para sus desplazamientos largos, compartiéndolos con el presidente del Gobierno. Aunque son aeronaves fabricadas en 1982, están consideradas como las piezas VIP del Ejército del Aire, ya que además de las comodidades 'de serie', se realizaron algunas modificaciones para adaptarlos a las necesidades de la familia real. Además de dos salas de reuniones, dos habitaciones con cama de matrimonio, un baño completo, cuenta con hasta 59 plazas, en las que a menudo viajan comitivas de empresarios o periodistas que acompañan a Felipe y Letizia en sus viajes oficiales.

Isabel II: La reina de Inglaterra, por el tiempo que lleva en el trono, es la monarca que más kilómetros ha recorrido alrededor del mundo, pero cada vez lo hace menos, delegando en sus hijos y sus nietos para viajes oficiales en el extranjero. Y cuando son viajes institucionales y de muchas horas, los Windsor tienen a su disposición el RAF Voyager, un avión de las fuerzas aéreas británicas, con tres zonas diferenciadas: una con asientos comerciales con puntos de prensa y televisión, otra con 58 asientos business y otra denominada VIP con espaciosos asientos reclinables separados por cortinas, para que tanto los miembros del Gobierno como de la familia real puedan descansar. Es bastante habitual también que se fleten vuelos privados, aunque es una opción bastante criticada por el gasto que genera y procuran evitarlo. Además, la reina Isabel, conocida por su frugalidad, prefiere los trenes de pasajeros cuando realiza viajes por el interior del país.

Felipe de Bélgica: El Airbus A321 que utiliza el rey en sus desplazamientos largos es, quizá, el avión menos exclusivo de la realeza, puesto que también se utiliza para transportar tropas y evacuar civiles; es decir, no está limitado a un uso VIP para viajes oficiales al extranjero de los reyes y el Gobierno. Es mucho más pequeño que el que se utilizaban anteriormente, una decisión tomada para abaratar los costes de los viajes. Aun así, Felipe y Matilde de Bélgica no han escapado de la polémica, ya que en alguna ocasión lo han utilizado para viajes privados, lo que no gustó nada a la opinión pública del país.