Elisabeth de Bélgica eclipsa a sus padres en el Día de la Fiesta Nacional

El 21 de julio del año 2013, Felipe de Bélgica se convertía en rey junto a su esposa Matilde y sucedía así a su padre, Alberto de Bélgica.

Cada 21 de julio, Bélgica se viste de fiesta para conmemorar el reinado de Felipe, un día que coincide con el Día de la Fiesta Nacional, que se celebra desde que en 1831 se proclamase de manera oficial el país como Estado.

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Los reyes, Felipe y Matilde, acompañados de sus cuatro hijos, Gabriel, Éléonore, Emmanuel y Elisabeth, han asistido un año más juntos a los desfiles militares y a la tradicional misa en la catedral de San Miguel y Santa Gúdula de Bruselas, en una ciudad donde la alegría, la música y el colorido inunda las calles.

Este año, una vez más, hemos podido comprobar cómo su hija mayor, Elisabeth, de 17 años, ya es toda una mujer que en sus últimas apariciones está robando el protagonismo con su simpatía y la elegancia que parece estar heredando de su madre.

Poco a poco, la hija mayor de los reyes de Bélgica asiste a más actos oficiales (el primero fuera de su país lo hizo hace pocas semanas acompañando a su madre a Kenia) y adquiere más funciones. En esta ocasión, Elisabeth se ha mostrado muy cercana con todos los ciudadanos que se agolpaban en la calle para ver de cerca a la familia real entrar a la catedral de Bruselas.

La hija de Felipe y Matilde de Bélgica no ha dudado, incluso, en realizarse algún que otro selfie con algunos admiradores.

Elisabeth ha apostado para la ocasión por un vestido vaporoso en color blanco y estampado floral, con cuello ligeramente alto y fruncido y manga larga transparente. El parecido físico con su madre, a medida que cumple años, es cada vez más evidente.

Muy elegante se ha mostrado también Matilde de Bélgica, fiel a su estilo, con un vestido de encaje en color teja y un tocado ladeado. El rey Felipe, por su parte, ha lucido el uniforme reglamentario.