Reunión secreta en Holanda para organizar un funeral de Estado: todos los detalles

El pasado 17 de junio, el palacio de Noordeinde, ubicado en La Haya, se llenó de personal para una reunión secreta. El edificio sirve como despacho para el rey Guillermo Alejandro, aunque ese día se convirtió en el cuartel de un centenar de personas para organizar en la mayor de las discreciones un plan cuyo nombre en clave es CP 100 (CP es algo así como plan de contingencia). Pero... ¿de qué se tarta la estrategia que estaban preparando?

El motivo de esa reunión no era otro que hablar de la preparación de un futuro funeral de Estado. Pero tranquilos. Nada tiene que ver con la salud de Guillermo Alejandro, Máxima o la otrora reina Beatriz, que son los tres miembros de los Orange que podrían recibir actualmente un funeral de Estado. Se trata de un encuentro que se lleva a cabo cada año para que cuando llegue el triste día todo está perfectamente organizado y no se deje nada al aire.

Los últimos funerales de Estado que ha habido en Holanda fueron en 2004. El 30 de abril fallecía la reina Juliana, madre de Beatriz, debido a unas complicaciones de una neumonía. Tan solo ocho meses después moría su marido, el príncipe Bernardo. Dos años antes, el 6 de septiembre de 2002, fallecía el padre del actual rey, el príncipe Claus, que también recibió un funeral de Estado.

La tradición manda que los reyes y sus consortes sean enterrados en Delft, en la cripta real de Nieuwe Kerk, y la reunión trata precisamente ese tema: cómo será el cortejo fúnebre hasta la citada iglesia, ya que participan varios grupos de trabajo, como los departamentos movilidad, seguridad, comunicación y los ayuntamientos de La Haya y de Delfos. También se requirió la presencia de Defensa, pues son muchos los soldados y veteranos desplegados a lo largo de La Haya y Delft cuando muere alguien de la familia real.

En el caso de un funeral de Estado, la dirección recae en el Ministerio de Asuntos Generales y fue su director el que llevó la voz cantante de las dos reuniones, la primera, celebrada el día 17 en el salón de palacio, donde se hizo un guion con todo lo que sucedería, y la segunda, que tuvo lugar el día siguiente y tras estudiar el caso, donde se llegó a un plan definitivo que deberá llevarse a cabo si algo malo sucede de aquí a junio del año que viene, pues en 2020 volverá a revisarse y así año tras año.

Isabel II y su funeral

Aunque a muchos puede parecerles extraño, es algo habitual en las casas reales organizar estos asuntos. También en Reino Unido tienen ya todo preparado para el funeral de Isabel II y ha sido ella misma la que ha diseñado cómo quiere que sea. El plan, llamado London Bridge Down, contempla que después de que la soberana dé su último aliento y que un médico dé fe de ello, deberá informarse al primer ministro, incluso antes que a la propia familia. La noticia será dada al mundo a través de Press Association y se declararán 12 días de luto nacional.